La marcha por Emanuel González, el niño de 8 años asesinado en barrio Mora, convocó a una importante cantidad de rafaelinos que caminaron en silencio el bulevar Santa Fe. «Esto no es sólo por mi hijo, sino también por otros casos que quedaron impunes porque los autores eran menores de edad», aseguró el padre del pequeño.

Una marcha donde predominó el silencio. Un silencio que tenía mucho para decir. Un silencio que necesita ser escuchado.

Natalia y Jorge encabezaron este martes por la noche una movilización pidiendo justicia por Emanuel, su hijo de 8 años que fuera asesinado de un disparo en la cabeza el pasado miércoles 20 de noviembre en barrio Mora. Con remeras recordando al niño, velas en sus manos, y una multitud siguiéndolos desde atrás, el matrimonio recorrió el Bv. Santa Fe desde la Jefatura de Policía hasta la Plaza 25 de Mayo y viceversa.

«Esto no es sólo por Emanuel, sino también por otros casos que quedaron impunes porque los autores eran menores de edad», aseguró Jorge. Es que hasta el momento, la Justicia sindicó a un adolescente de 14 años, como quien disparó el arma la fatídica noche del homicidio.

«Que recuerden que son padres, que sus hijos también corren peligro. Por más que vivan en una mansión enrejada, en cualquier momento puede haber una balacera o una situación de inseguridad, y tener la desgracia de perder un hijo», agregó Jorge al ser consultado por el mensaje que le quería dejar a la clase política. Y pidió que se construyan lugares de contención donde se pueda alojar a los menores que delinquen y dejen de esa manera de ser un peligro para la sociedad y para ellos mismos.  

Jorge expresó que el recuerdo de Emanuel perdura muy fuerte en el seno familiar y se hace muy difícil el día a día, situación que se sobrelleva con el amor que reciben de sus seres queridos, amigos y de Dios, en quien creen profundamente. Los hermanitos de Emanuel preguntan cuándo va a volver él, a lo que su padre les responde: «Está en el cielo, en un lugar donde no hay inseguridad, donde no hay balas, donde no hay enfermedades». Su madre, Natalia, lo recuerda con orgullo. Emanuel nació con una parálisis cerebral y «la peleó todos estos años».

La marcha concluye, los aplausos se escuchan y también el pedido de justicia. Se mastica dolor, bronca, impotencia, desazón. La gente se acerca a Natalia y a Jorge, y se funde con ellos en una infinidad de abrazos tratando de darles fuerza. «La mayoría es gente que no conozco», dice la madre, y agradece el apoyo. Imposible no conmoverse, imposible evitar las lágrimas.

Un grupo de gente se desprende y empieza a armar una especie de altar frente a la Jefatura, dejando en el lugar velas encendidas y carteles pidiendo justicia que fueron utilizados en la marcha. Como un testimonio, de que este martes no fue una noche más.

Emanuel se fue. A Emanuel lo arrebataron de su familia. Que haya justicia. Que no le pase a ninguna familia más.

Fuente: Rafaela Noticias – Referido: Julio Armando