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SanCor se reactiva: nuevos acuerdos, más producción y plantas en marcha
Sancor elabora manteca Tonadita y selló dos convenios para producir quesos, leche y fórmulas infantiles para terceros. Con estos movimientos, busca aumentar su volumen de procesamiento y recuperar presencia industrial en el sector.

Enfocada en recuperar cuanto antes su capacidad comercial, y siempre con la mejora de sus números económicos y la salida del concurso de acreedores en la mira, SanCor sigue promoviendo acuerdos a fasón y amplía su producción para terceros.
Tras acordar con la firma cordobesa Elcor la elaboración de la manteca Tonadita, la unión de cooperativas selló entendimientos con La Delfina y la firma láctea Delpack para, también, generar productos para esas compañías bonaerenses. SanCor confía en que estos acuerdos le permitirán reactivar parte de la operatoria de sus plantas de La Carlota y Devoto, en la provincia de Córdoba, que acumulan meses en situación de pausa productiva.
Según indicaron fuentes cercanas a la unión de cooperativas, Devoto comenzará a producir a partir de la materia prima disponible en Sunchales, planta central de SanCor en Santa Fe, y se utilizará para generar cremas, mantecas y quesos untables.
Una fracción de esa misma materia prima tendrá como destino La Carlota, donde SanCor reactivará la producción de quesos.
En torno a SanCor reconocen que la compañía carece de crédito para comprar más leche, y que hoy el nivel de procesamiento de la firma apenas se acerca a los 60.000 litros diarios, muy lejos de los 4 millones que supo mover en sus mejores tiempos.
Sin embargo, los acuerdos con Elcor, La Delfina y Delpack reabren la posibilidad de que la firma salga a buscar más materia prima entre los tambos de Córdoba y Santa Fe. La intención de la cúpula de SanCor es concluir junio con un nivel de procesamiento cercano a los 300.000 litros diarios.
En cuanto a los nuevos acuerdos establecidos, SanCor elaborará quesos duros para La Delfina precisamente desde sus instalaciones en La Carlota, mientras que reactivará la producción de leches en polvo y fórmulas infantiles para Delpack.
SanCor y el acuerdo con Elcor y la Tonadita
Estos entendimientos ocurren a pocos días de que la unión de cooperativas cerrara un pacto de producción a fasón con la firma Elcor.
Con base en Villa María, Córdoba, la cooperativa lechera Elcor es conocida por ser la productora y propietaria de la manteca Tonadita, aunque también comercializa quesos untables y en fetas, cremas y dulce de leche.
En esa ciudad cordobesa, Elcor posee una planta de 15.000 metros cuadrados cubiertos y funciona con un plantel que llega a los 250 empleados.
Hoy por hoy, SanCor procesa un mínimo de leche a diario y sigue cubriendo parte de los salarios en cuotas.
A la par de la pérdida de proveedores, que dan por descontado que entregar leche a la unión de cooperativas es entrar en su círculo de deudas y garantizarse un impago por tiempo indeterminado, la operatividad de la firma también se encuentra en su nivel más bajo por la escasez de personal.
Así, y en tan sólo un año, la compañía pasó de contar con algo más de 1.300 empleados a funcionar con alrededor de 650. Si bien SanCor suspendió por el momento su estrategia de despidos, la láctea mantiene abierto su esquema de retiros voluntarios.
Adecoagro, otra eventual interesada en SanCor
Estos movimientos ocurren a muy poco de que se conociera que la cúpula de Adecoagro sigue muy de cerca el día a día de la unión de cooperativas, y personas ligadas a esa firma pidieron información acerca del estado en el que se encuentra la estructura productiva de SanCor.
En la actualidad, Adecoagro se encuentra bajo control de Tether Investments, un auténtico gigante de las criptomonedas. La relación entre esta firma, que supo tener a George Soros entre sus accionistas, y SanCor lleva sus años: en 2018, Adecoagro compró a la unión de cooperativas las marcas Las Tres Niñas, Angelita y Apóstoles.
A fines de 2019, la misma compañía adquirió de SanCor el control de las plantas lácteas de Chivilcoy, en la provincia de Buenos Aires, y Morteros, en territorio de Córdoba.
Aunque hasta ahora Adecoagro no ha dado señales de preparar una oferta por la lechera en crisis, en el ámbito de las lácteas no se descarta un potencial avance si el concurso de acreedores genera alguna claridad respecto del futuro financiero de SanCor.
Desde el entorno de la unión de cooperativas sostienen que siguen a la búsqueda de “jugadores con capacidad para aportar volumen, eficiencia, canales comerciales y solidez económica”, y Adecoagro se ajustaría perfectamente a ese perfil.
Fuente: EdairyNews
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Lácteos Verónica presentó un plan de reestructuración ante la Secretaría de Trabajo
Lácteos Verónica enfrenta una crisis y presentó plan de reestructuración que incluye suspensiones y desvinculaciones de personal ante la Secretaría de Trabajo.

La empresa santafesina Lácteos Verónica presentó hoy ante la Secretaría de Trabajo de la Nación su propuesta de reestructuración en el marco de un procedimiento preventivo de crisis contemplado en la ley 24.013, informaron fuentes oficiales.
La audiencia, realizada de manera virtual, contó con la participación de representantes de la firma, autoridades laborales y dirigentes gremiales. La compañía argumentó que la crisis que atraviesa está directamente vinculada con la caída de la producción láctea nacional (7% en 2024), el descenso del consumo interno (9,7% el año pasado), el aumento sostenido de costos por el contexto inflacionario, la escasa competitividad de la cadena de valor y la fuerte concentración del mercado.
Según datos de la empresa, Verónica pasó de procesar 800 mil litros diarios a solo 300 mil, lo que generó una elevada capacidad ociosa que impactó en sus finanzas y la obligó a vender su inmueble central.
El plan de acción para sostener la operación incluye suspeniones rotativas por 60 días que alcanzarán al 30% del personal, la eliminación del tercer turno por 120 días, el pago fraccionado de salarios y aguinaldo, y desvinculaciones bajo el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, con el pago del 50% de la indemnización legal en seis cuotas.
Asimismo, la compañía solicitó el descuelgue del convenio colectivo (CCT 2/88) por 12 meses y manifestó la imposibilidad de realizar reubicaciones internas, aunque ratificó su voluntad de continuar invirtiendo y de promover acciones de formación profesional para su personal.
Fuente: NA
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Verónica quiere despedir a 200 trabajadores pero dicen que la crisis es inventada
El conflicto en la empresa Lácteos Verónica se agrava. La firma inició un proceso preventivo de crisis, por el cual propone reducir su personal en un 30% y dar de baja el convenio colectivo de trabajo, lo que implicaría unos 200 despidos y una reducción salarial para quienes sigan en la empresa

Este viernes habrá una reunión convocada por la Secretaría de Trabajado de la Nación. Los trabajadores, que no cobran sus salarios desde mayo, denuncian un «vaciamiento» por parte de la firma. «Prácticamente no queda nada. La empresa fue vaciada de insumos y materia prima», evaluó Rodolfo Rodríguez, trabajador y delegado gremial de la planta de Clason.
«Los titulares de Lácteos Verónica están vaciando progresivamente la empresa y el Ministerio de Trabajo de la Nación desoye los reclamos de sus empleados», advirtió el diputado nacional Eduardo Toniolli, luego de reunirse con los trabajadores en la sede de ATILRA en Totoras, para apoyarlos y acompañarlos en su lucha.
Los representantes de Lácteos Verónica y los trabajadores se verán las caras este viernes en una audiencia convocada por la Secretaría de Trabajo de la Nación. Será un encuentro virtual, en el marco del proceso preventivo de crisis solicitado por la firma.
La empresa cuenta con alrededor de 700 trabajadores distribuidos en las tres plantas que posee en las localidades de Clason, Lehman y Suardi. De ese universo, buscan despedir a unos 200 abonando una indemnización del 50% en cuotas.
Otro de los puntos que plantea la firma es la baja del convenio colectivo, lo que implica una reducción del salario prácticamente a la mitad. A todo eso, el proceso incluye un pedido de «suspensiones aleatorias» de acuerdo a la necesidad productiva de la empresa.
«Hace dos meses que estamos tratando de cuidar la poca producción que hay, pero prácticamente no queda nada. La empresa fue vaciada de insumos y materia prima. El proceso preventivo de crisis es la estocada final», sostuvo Rodríguez «
El objetivo de los trabajadores en la reunión de este viernes es poder conservar las fuentes de trabajo. Sin embargo, reconocen que no hay demasiadas expectativas: «Todavía no hemos podido tener una charla amena con la empresa, desde que se inició el conflicto. Al mismo tiempo, la Secretaría de Trabajo está siendo funcional a las políticas de este gobierno. Actúan como un ente flexibilizador, más que como mediadores».
Si bien entienden que el panorama no es el óptimo, los trabajadores no creen que la empresa esté en crisis. De hecho, sostienen que en los últimos cinco años la firma exportó por más de cien millones de dólares.
Lo que notan detrás del proceso preventivo de crisis son «maniobras deliberadas» para licuar pasivos laborales y fugar recursos. Dentro de esas sospechas aparece el vínculo entre Lácteos Verónica y Las Becerras S.A., una empresa dedicada al mismo rubro. Desde su creación en 2012, la sociedad está controlada por la familia Espiñeira, accionista mayoritaria de Verónica.
«Los mismos accionistas de Verónica son poseedores de La Becerra, que tienen tambos. Antes, la leche que extraían la usaban en Verónica, que era su misma empresa. Hoy esa leche la están llevando a La Tarantela, que es otra empresa láctea de la zona», reveló Rodríguez. En esa línea, los trabajadores sostienen que hay informes sobre ventas de campos a La Becerra en operaciones «cuya transparencia y valuación real no fueron comunicadas».
La misma mirada sostiene el diputado provincial Carlos Del Frade. «Lo que estamos viendo acá es un conflicto inventado por los propios patrones, muy parecido a lo que pasó en Vicentin. Hacen la invención de una crisis para despedir trabajadores e incluso con la idea de traspasar bienes a otras empresas».
«Por detrás está el movimiento a Las Becerras, que ha sacado las ganancias de la industria láctea para comprar más campo y finalmente quedarse con una planta más chica de la que tenían. Es un conflicto que tiene que ver más con movimientos empresariales que con la realidad económica o laboral de los trabajadores», añadió.
Otro dato que vuelve a estar en relieve es que en 2017, la familia Espiñeira, dueños de Lácteos Verónica, realizó un blanqueo de activos que alcanzó montos estimados entre u$s40 y u$s420 millones, según fuentes del régimen de sinceramiento fiscal de ese año.
Este proceso incluyó la regularización de bienes en el exterior y el pago de una multa millonaria que rondó los $63 millones. Fuentes del sector lácteo indican que parte de esos fondos provenían de maniobras vinculadas a la subfacturación en exportaciones de leche en polvo durante los años previos, en especial entre 2010 y 2012.
Fuente: Radio Belgrano de Suardi
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Crisis en Lácteos Verónica: denuncian abandono, salarios impagos y 700 puestos de trabajo en peligro
La empresa adeuda sueldos completos de mayo, acumula cheques rechazados y enfrenta cuestionamientos por un vacío de liderazgo en la compañía producto de tensiones familiares entre herederos de la familia Espiñeira

La histórica empresa santafesina Lácteos Verónica atraviesa una profunda crisis financiera que pone en riesgo más de 700 puestos de trabajo. Los problemas de la empresa están marcados por cheques rechazados, salarios impagos y un conflicto dirigencial que amenaza con paralizar su actividad.
La semana pasada un grupo de empleados de Lácteos Verónica acudió a la comisión de Asuntos Laborales de la Legislatura de Santa Fe para exponer ante los diputados la falta de pago de salarios y la incertidumbre que afrontan desde hace meses.
La firma, con plantas en las localidades santafesinas de Lehmann, Suardi y Totoras, es un pilar económico regional, y su situación genera preocupación en toda la comunidad. Actualmente el directorio de la compañía lo preside Alejandro Espiñeira.
El secretario general de Atilra Totoras, Juan Ramón Lucena, comentó: «Lácteos Verónica arrastra ya siete años de crisis que se agudizó en los últimos meses. Los compañeros cobraron recién hoy (por el lunes pasado) el 40% del salario de mayo, les deben un mes y medio más el aguinaldo. No vemos un futuro promisorio, le pedimos a los diputados que nos den una mano. No descartamos hacer la denuncia penal tributaria por retención indebida de fondos porque respuesta por parte de la empresa, hasta el día de hoy, no tenemos».
Desde finales de 2023, la empresa acumula 1.208 cheques rechazados por más de 4.000 millones de pesos, lo que refleja la gravedad del deterioro financiero. A pesar de mantener operaciones, los empleados denuncian atrasos salariales, falta de cobertura médica y cargas sociales impagas. La situación despertó la alarma del gremio Atilra, que declaró el estado de alerta e insistió en la necesidad de preservar los puestos de trabajo.
Joaquín Blanco, presidente del bloque Socialista en la Cámara baja, expresó su solidaridad con los trabajadores y criticó la inacción de la empresa: “Estamos ante un abandono dirigencial evidente, con 700 puestos laborales en juego. Desde nuestro bloque nos comprometemos a buscar soluciones concretas”, señaló.
Interna familiar de los dueños de Verónica
Contrario a lo que podría pensarse, fuentes gremiales aseguran que Lácteos Verónica no presenta una crisis estructural ni una deuda insostenible. El conflicto se centraría en tensiones familiares entre herederos de la familia Espiñeira, propietarios de la empresa, lo que ha generado un vacío de liderazgo. Esta parálisis en la conducción habría afectado la gestión operativa y dificultado el acceso a nuevas líneas de crédito.
La situación crítica no es nueva. Según explicaron referentes gremiales, la crisis de Verónica comenzó en 2017 y tras la muerte del fundador de la empresa se profundizó con una conducción confusa y sin rumbo. Durante la pandemia, la firma llegó a procesar un millón de litros diarios de leche y logró ponerse al día con los sueldos, pero luego volvió a caer. Desde hace dos años, la producción y la compra de insumos se redujeron drásticamente.
A esto se suma el endurecimiento de los tambos remitentes, que enfrentan serias demoras en los pagos. Mientras el plazo habitual de cobro era de 45 días, ahora la compañía estira los pagos por la leche cruda a más de 90 días. En paralelo, se acumulan cheques rechazados.
A partir de la crisis de la empresa, el dato que vuelve a estar en relieve es que en 2017, la familia Espiñeira, dueños de Lácteos Verónica, realizó un blanqueo de activos que alcanzó montos estimados entre u$s40 y u$s420 millones, según fuentes del régimen de sinceramiento fiscal de ese año. Este proceso incluyó la regularización de bienes en el exterior y el pago de una multa millonaria que rondó los $63 millones. Fuentes del sector lácteo indican que parte de esos fondos provenían de maniobras vinculadas a la subfacturación en exportaciones de leche en polvo durante los años previos, en especial entre 2010 y 2012.
Fuente: Uno de Santa Fe
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