Este martes por la noche fue hallado muerto Lian Torelli, el nene de 12 años de Salto, provincia de Buenos Aires, que era intensamente buscado por la Policía desde el domingo, cuando había ido a pescar junto con su hermanastro al balneario municipal de esa localidad bonaerense.

Había sido visto por última vez en un puente de la zona, el mismo en que hoy fue encontrado sin vida. Tanto la familia, como la municipalidad de Salto y la Policía Bonaerense confirmaron la noticia.

La abuela del niño brindó detalles del hallazgo de este martes, en declaraciones televisivas: «Llamé a los bomberos y les dije que estaba ahí. Uno dice que lo empujaron, después llamaron a los chicos y nadie se quiere hacer cargo. Lian conocía el balneario, le gustaba ir a pescar».

Lian Torelli, de 12 años, había desaparecido el domingo en la ciudad bonaerense de Salto, una localidad a casi 200km de la Ciudad, luego de salir a pescar en compañía de su hermanastro. En un principio, fue su madre quien había llevado hasta el balneario municipal para pasar el Día de la Madre junto con otros familiares. Después, por la noche, iría hacia la casa de su padre.

Salió de su casa con unas bermudas y una caña de pescar. Algunos vecinos de Salto declararon haberlo visto en las inmediaciones del club CUSA; otros, en la pista de ciclismo de ese municipio. SIn embargo, ambas zonas fueron rastrilladas, pero los resultados fueron negativos.

El lunes por la tarde, la madre de Lian se dio cuenta de que su hijo nunca había llegado a lo de su papá. Por eso se hizo la denuncia ante la Policía Bonaerense, que comenzó las pesquisas junto con la Policía Comunal, Bomberos y agentes de control urbano de la municipalidad de Salto. Luego, intervinieron la Fiscalía N°4 de esa localidad, la Policía Federal y la Prefectura Naval.

En la noche del martes, en rastrillajes en el río Salto, alrededor de un puente, se encontró el cadáver de Lian. Según precisaron investigadores, el cuerpo estaba bajo el agua. Se espera que la autopsia al cuerpo del nene se lleve a cabo el miércoles, con el objetivo de establecer si se trató de una muerte accidental o si hay signos de participación de un tercero.

Fuente: Clarin

La nueva semana sigue con malas condiciones del clima en diferentes zonas del país, por lo que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantenía un alerta por tormentas fuertes con posible caída de granizo y ráfagas.

De esta manera, el SMN mantenía un alerta amarillo que rige este miércoles para zonas de Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero, La Rioja, Mendoza, La Pampa y San Luis.

En tanto, en el AMBA, el interior bonaerense y zonas de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, La Pampa y San Luis, el aviso subía a alerta naranja.

De acuerdo con el reporte del SMN, en las zonas con alerta amarillo, “el área será afectada por tormentas de variada intensidad, algunas localmente fuertes. Se espera que las mismas estén acompañadas por intensa actividad eléctrica, ocasional caída de granizo, fuertes ráfagas y principalmente abundante caída de agua en cortos períodos”.

En este caso, el organismo estima valores de precipitación acumulada entre 40 y 70 mm, pudiendo ser superados en forma local.

Para las regiones con alerta naranja, de acuerdo con el SMN, “el área será afectada por tormentas localmente fuertes o severas. Las mismas podrán estar acompañadas por ráfagas intensas superiores a 80 km/h, importante actividad eléctrica, caída de granizo y principalmente abundante caída de agua en cortos períodos”.

En estas áreas, se estiman valores de precipitación acumulada entre 40 y 100 mm, pudiendo ser superados en forma puntual.

Fuente: Cadena 3

Con el aumento de las temperaturas y la alta humedad, el dengue volvió a ser una preocupación en varias regiones del país. Para hacer frente a este problema, un innovador ensayo se lleva a cabo en Guaymallén, Mendoza, donde se liberaron mosquitos de color rojo, genéticamente modificados, con el fin de combatir la proliferación del Aedes aegypti, el mosquito transmisor del dengue.

¿Qué son los mosquitos rojos?

Estos “mosquitos rojos” no son una especie natural, sino una creación biotecnológica diseñada para interrumpir el ciclo reproductivo de los mosquitos transmisores del dengue. Fueron modificados genéticamente para que, cuando copulen con hembras silvestres, la descendencia no sobreviva y se reduzca así la cantidad de mosquitos capaces de transmitir el virus.

El proceso se basa en una técnica conocida como autocontrol biológico, que tiene como objetivo controlar plagas sin el uso de insecticidas dañinos para el ambiente. Estos mosquitos rojos son machos que, aunque no pican ni transmiten enfermedades, resultan vitales para frenar la propagación del dengue.

¿Por qué no hay que matarlos?

A diferencia de los mosquitos convencionales, estos no representan una amenaza directa, ya que no pueden transmitir enfermedades y, al contrario, son esenciales para controlar la expansión del dengue. Al eliminar estos mosquitos, se estaría frenando el impacto positivo que tienen en la reducción de la población de Aedes aegypti, lo que podría provocar un aumento en la transmisión del virus.

Foto: TN