(Foto ilustrativa)

El hecho sucedió en la jornada de ayer, 2 de septiembre a las 20hs aproximadamente, cuándo un móvil de la Comisaría Nro 3 se encontraba patrullando las inmediaciones de la intersección de las calles Tucumán e Italia.

Es en ese punto es que los agentes del orden ven a un masculino (identificado con las iniciales T. E. de 21 años) caminando con dificultad y les pedía ayuda, el mismo mostraba una herida en su cabeza de la cual emanaba sangre. Este manifestó que le habían robado además de producirle el corte en su cabeza con un arma blanca.

En ese mismo momento y con un rápido accionar por parte de la patrulla identifican a otro masculino que caminaba presuroso por calle Italia y que luego dobla por cortada Molina. Sus características son: cabellos cortos, delgado de más o menos un metro setenta de estatura y vestía una campera de color roja con blanco y un color oscuro, a llegar a dicha intersección se escabulle y lo pierden de vista.

Una vez sucedido esto, la víctima, quien estaba aún ene l lugar hace entrega de algunos elementos que inmediatamente son secuestrados que resultaran productos de una riña que este protagonizó al resistir el robo. Y relata que durante esa pelea el malviviente con un arma de tipo tumbera, una especie de faca carcelaria lo lastima en su cabeza y le aplica golpes en distintas partes del cuerpo.

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También da detalles de todo cuanto le había robado: una mochila color verde y gris que contenía un celular marca SAMSUNG GALAXY J5 PRIME, una billetera que contenía su DNI, tarjeta débito, carnet de obra social, dinero en efectivo, cedula de motocicleta.

A la vez describe al ladrón con la misma ropa y características físicas del masculino que ya había sido visto por los policías actuantes en el lugar, tras deducciones y al saber que en calle Cortada Molina al 600 vive un masculino identificado como C. E., , el cual posee antecedentes varios.

Avanzando con las tareas de inteligencia es que la policía se entrevista con una joven que se encontraba en el domicilio en sospecha, esta no opone reparo alguno para que se realice una requisa domiciliaria. Es convocada la G.U.S. para que actúen de testigos y se procede por parte de los agentes policiales a la requisa, en esa instancia le muestran la gorra anteriormente secuestrada y la joven afirma que ese elemento es propiedad de C.E.  quien en ese momento no se encontraba en el lugar, también es secuestrada como elemento de prueba una campera que coincidía con la que llevaba puesta el ladrón en el momento del robo.

Hasta ese entonces las deducciones de la policía habían sido acertadas, una pista más fue aportada por una agente que se encontrara patrullando y ya había visto horas antes al identificado como C.E. “Viejarda” con esa misma ropa y actitud sospechosa. Por lo tanto no tardan en detenerlo tras recibir la orden de la fiscal en turno.

La víctima fue trasladada rápidamente a un nosocomio local dónde fue curado de su herida en la cabeza y también se determinó la quebradura de un dedo meñique y varias escoriaciones en el cuerpo.

Fuente: Meridiano Digital