Mundo
27 muertos por la explosión de un hotel en Cuba
El potente estruendo ocurrido este viernes ocasionó, además, daños en un edificio de viviendas y en una escuela cercana.

Al menos 27 personas murieron y decenas resultaron heridas tras la explosión de un depósito de gas en el legendario Hotel Saratoga, situado en pleno centro de la ciudad cubana de La Habana Vieja. Las autoridades rescataron del cuerpo de una mujer de 57 años entre los escombros, mientras continúa la búsqueda de sobrevivientes, informó Julio Guerra, jefe de Servicios Hospitalarios del Ministerio de Salud.
Los rescatistas continuaban este domingo la búsqueda entre los escombros, con la esperanza de encontrar nuevos sobrevivientes.

En tanto, medios locales reportaron 19 desaparecidos y publicaron una lista con sus nombres y números de contacto.
También informaron que las fuerzas de rescate han tenido comunicación con una mujer que está atrapada en el sótano del hotel, donde se presume que pueda haber otros sobrevivientes.
De este modo, la búsqueda se centra ahora en el interior del hotel y el sótano, según la TV estatal cubana.
«Estamos centrados en la atención a las personas, a los familiares de los fallecidos y también de quienes se encuentran hospitalizados», dijo Díaz Canel en la cuenta oficial de la Presidencia de Cuba.
Precisó además que los niños de la escuela primaria que sufrieron afectaciones «serán reubicados en otras instituciones educacionales de la zona, lo cual permitirá que el lunes asistan a las aulas,» al tiempo que elogió las donaciones de sangre recibidas y «la solidaridad de varios países amigos».
Del total de fallecidos hay cuatro niños y adolescentes por la explosión que destruyó parcialmente al hotel que estaba siendo refaccionado y debía reabrir el 10 de mayo, según la agencia de noticias AFP.
Guerra precisó que de los 81 heridos registrados, 37 continuaban hospitalizados.
Aunque no había turistas dentro del hotel, que llevaba dos años cerrado por la pandemia, los trabajadores y empleados preparaban la instalación para su reapertura, prevista para el próximo martes.
Poco después de las 11 hora local (12 del mediodía en Argentina), un «depósito de gas» explotó en uno de los pisos del hotel de categoría cinco estrellas ubicado en la calle Dragones, del centro de La Habana Vieja, a metros del Paseo del Prado.
Entre los fallecidos también figura una turista española de 29 años, que paseaba por las inmediaciones, cuyo esposo resultó gravemente herido. Otra turista cubano-americana también resultó herida, según el Ministerio del Turismo.
Se encuentran «extremadamente graves» 11 personas, dijo Miguel García, director del hospital Calixto García, según consignó la cuenta de Twitter oficial de la Presidencia de Cuba.
Una hora después de ocurrida la explosión, el presidente cubano concurrió al lugar del hecho para “supervisar las labores de rescate y salvamento”, detallaron desde la cuenta y aseguraron que “investigaciones preliminares indican que la explosión la provocó un escape de gas”.
«No ha sido una bomba ni un atentado, ha sido un lamentable accidente», afirmó Díaz-Canel, frente a los escombros del hotel de lujo de la capital cubana.
Personal policial cercó el lugar en un radio de dos cuadras para agilizar el trabajo de paramédicos, ambulancias y los cinco camiones de bomberos que intervienen en las tareas de búsqueda y rescate.
El presidente cubano también se hizo presente en el hospital Calixto García, donde fueron trasladados más de una veintena de los heridos, en donde pidió a los trabajadores de la salud que “»guapeen ahí, hay que salvar a nuestra gente».
Más tarde, el mandatario se trasladó al hospital Hermanos Ameijeras donde se encuentra el resto de los heridos para informarse sobre su estado de situación.
En tanto, personal del Banco Provincial de Sangre, ubicado en las calles 23 y 2, pidieron donaciones de sangre para la atención de los heridos y se organizaron para agilizar el proceso.
«Ha primado la solidaridad. #FuerzaCuba», añadió el presidente cubano en referencia a las personas que se dispusieron ayer a donar sangre para ayudar a los heridos.
Por su parte, el director provincial de Salud, Emilio Delgado Iznaga, confirmó que el sistema sanitario en La Habana se encuentra “activo en su totalidad”.
El edificio del hotel Saratoga es una construcción lujosa de estilo neoclásico ubicado a metros del mítico Paseo del Prado, en el corazón de La Habana Vieja, fue levantado en 1880 para almacenes, remodelado y transformado en hotel en 1933 y reinaugurado en 2005.
El delegado de la empresa estatal Gaviota, propietaria del hotel, Roberto Calzadilla, dijo que la explosión ocurrió cuando «se estaba reabasteciendo el gas con una pipa (camión cisterna), y al parecer esto fue lo que provocó este lamentable accidente», consignó la agencia AFP.
La agencia citó a varios testigos del hecho como Rogelio García, conductor de un bicitaxi que aseguró que “se sintió un estruendo tremendo y una nube de polvo que llegó hasta el parque (de enfrente), mucha gente salió corriendo”.
«Lo que se sintió fue una explosión estremecedora y todo eso se vino abajo», dijo otra mujer que tenía, aún, polvo en su rosto y que no quiso identificarse.
Como consecuencia del siniestro varios edificios linderos al hotel fueron cerrados preventivamente, entre ellos una escuela en la que “todos los niños fueron evacuados y ninguno resultó herido», informaron desde la presidencia cubana.
Fuente: Cadena 3
Mundo
“Pequeño J” dijo que es inocente y que trabajaba cosechando arándanos y vendiendo medias
Tony Janzen Valverde Victoriano, conocido como “Pequeño J” enfrentó este viernes una audiencia en el Juzgado de Chilca, en Lima, por su extradición.

El caso del triple crimen de Florencio Varela suma un nuevo capítulo en los tribunales de Perú. Tony Janzen Valverde Victoriano, conocido como “Pequeño J”, principal sospechoso de haber ordenado el asesinato de Morena Verdi, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez, enfrentó este viernes una audiencia en el Juzgado de Chilca, en Lima, por su extradición.
Su abogado defensor, Marcos Sandoval, rechazó la extradición a la Argentina de “Pequeño J” y afirmó: “El acusado es inocente de todos los cargos. No existen pruebas sólidas que lo vinculen con los crímenes en Florencio Varela”.
También buscó explicar por qué escapó a su país. “Al ver su nombre y apellido en la televisión y en las crónicas de Argentina, como se encuentra solo y tiene 20 años, pensó: ‘En Argentina no tengo ninguna familia, me detienen, ¿quién me va a ver en la cárcel? ¿Quién me va a poner un abogado?’. Esa ha sido la idea de mi patrocinado para venir al Perú”.
Además, el abogado resaltó la presunta trayectoria laboral de “Pequeño J”, quien es señalado como líder de una banda narco. “Él tiene que volver a trabajar. Siempre se dedicó a recolectar arándanos y vender medias de manera ambulante. También trabajó como albañil en la construcción y tiene que volver a trabajar”, dijo, agregando que es un joven que puede aportar mucho a la sociedad y al Estado peruano.
“En la Argentina buscan meterlo preso sin llevar a cabo una investigación clara y precisa”, objetó Sandoval frente al juez Christian Chumpitaz y el fiscal Fernando Escobar.
En su alegato, Sandoval solicitó que se otorgue la libertad condicional a “Pequeño J”, quien permanece detenido en Perú tras la captura realizada por la policía local a pedido de Interpol.

“Pido la libertad de mi patrocinado para que pueda trabajar y aportar a su familia, que vive en Trujillo. Es joven y tiene mucho por dar a la sociedad y al Estado peruanos. En consecuencia, solicito que se aplique el principio de humanidad para él”, planteó el defensor.
La acusación formal contra el joven incluye cargos por homicidio agravado con alevosía y violencia de género, delitos que en la Argentina podrían derivar en una condena a prisión perpetua.
En paralelo, la investigación en territorio argentino avanza sobre la supuesta participación de Matías Agustín Ozorio, considerado la “mano derecha” de Valverde.
Ozorio, que fue expulsado de Perú y llegó el jueves a Buenos Aires con chaleco antibalas, se negó a declarar en su primera indagatoria frente al fiscal Carlos Arribas. “Por ahora está como coautor. Es todo materia de investigación, hay secreto de sumario en la causa”, explicó el fiscal.
Fuente: TN
Mundo
Detuvieron a «Pequeño J“ por el triple crimen de Florencio Varela
La Policía de la provincia de Buenos Aires junto a la Policía Nacional de Perú detuvieron en el vecino país al presunto autor intelectual del triple femicidio.

Tony Janzen Valverde Victoriano, alías “Pequeño J”, presunto ideólogo de los crímenes de Morena Verdi, Brenda Del Castillo y Lara Gutiérrez en Florencio Varela, fue detenido en Perú.
Según supo la agencia Noticias Argentinas, la captura se concretó luego de un operativo conjunto entre la Policía Nacional peruana y la Policía de la provincia de Buenos Aires.
Se espera que «Pequeño J» y Matías Agustín Ozorio, de 28 años, quien fue detenido más temprano, sean extraditados a la Argentina en las próximas horas a fin de que queden a disposición del fiscal Adrián Arribas, que estableció el secreto de sumario durante 48 horas.
Con estas nuevas detenciones ya son nueve los apresados por el triple homicidio con sello narco cometido en una vivienda de la zona sur del conurbano.
Los primeros siete arrestados son Maximiliano Parra, Magalí Guerrero, Miguel Ángel Villanueva Silva, Daniela Ibarra, Ariel Giménez, Lázaro Víctor Sotacuro y Florencia Ibáñez.
Por su parte, este martes Sotacuro y su sobrina declararon ante el funcionario judicial y personal del Servicio Penitenciario bonaerense realizó sus traslados a los penales de Sierra Chica y Magdalena, respectivamente.
Además, Arribas le confirmó a NA que el viernes se llevaría a cabo un peritaje sobre los celulares de los primeros siete arrestados.
Además, se llevaron a cabo una serie de allanamientos en Villa Zavaleta y las autoridades encontraron en el partido bonaerense de Quilmes el auto de apoyo (Volkswagen Fox blanco) que habría utilizado el hombre de nacionalidad boliviana.
Fuente: NA
Mundo
Río de Janeiro: el policía que mate a un delincuente tendrá como premio un sueldo extra
Miembros de la policía militar durante un operativo en Complexo da Mare, en una de las favelas más conflictivas de Río de Janeiro, Brasil.

La asamblea legislativa del estado de Rio de Janeiro aprobó una ley que otorga bonificaciones a ciertos policías si matan a criminales, lo que desató la indignación de los defensores de los derechos humanos. Si matan a un delincuente, los policías recibirían hasta 150% de premio en sus salarios.
Una medida similar, bautizada “bono del Lejano Oeste”, estuvo vigente 1995 a 1998, cuando fue derogada ante el creciente número de muertes durante las intervenciones policiales.
Esta bonificación “incentiva la violencia y transforma la muerte en política pública”, criticó el miércoles en X el diputado federal de izquierda Henrique Vieira, electo por Rio de Janeiro.
“La seguridad no se logra mediante la barbarie”, aseveró.
Para su entrada en vigor, el texto aprobado el martes por amplía mayoría, debe ser promulgado en un plazo de 15 días por el gobernador Claudio Castro, aliado del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro.
En Río, las intervenciones policiales con mano dura son frecuentes, especialmente en las favelas, barrios pobres y densamente poblados, que viven con frecuencia bajo el yugo de narcotraficantes y otros grupos armados.
La bonificación fue incluida en un proyecto de ley para reformar la policía civil, que se encarga sobre todo de las investigaciones, a diferencia de la policía militar, que tiene un papel más represivo.
En los años 1990, los agentes de la policía militar, legado de la dictadura (1964-1985), tenían derecho a esa bonificación.
La nueva legislación estipula que los agentes pueden ganar un bono de hasta 150% de su salario “cuando confiscan armas de gran calibre o en situaciones que conducen a la neutralización de criminales”.
“Corremos el riesgo de asistir a una masacre generalizada perpetrada por policías que harán todo para ganar más dinero”, dijo Djeff Amadeus, abogado de la ONG Instituto de Defensa de la Población Negra.
La población afro es la que sufre más muertes a manos de la policía, según las estadísticas.
Esta ley podría “abrir la puerta a que la prima se extienda a la policía militar y a otros miembros de las fuerzas del orden”, agregó Amadeus.
El año pasado, 703 personas murieron durante intervenciones policiales en el estado de Rio, esto es, casi dos personas por día, según cifras oficiales. Este total representa sin embargo una caída de 19% respecto a 2023 (871).
Fuente: Contexto Tucumán
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