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Patoruzú, el primer súper héroe argentino, cumple 90 años

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Su creador, el recordado Dante Quinterno, se anticipó a Superman e inspiró a los padres de Obélix y al propio Walt Disney. Recorremos la historia de Patoruzú, un indio millonario de una moral inquebrantable, que retrató las costumbres argentinas durante más de seis décadas, llegó a vender trescientas mil revistas semanales y hoy es un ícono nacional.

Superman en los Estados Unidos, Asterix en Francia, Astroboy en Japón y Patoruzú en la Argentina. Sí, el indígena más famoso de nuestro país se metió entre los grandes protagonistas del comic mundial, aunque sus características son bien criollas.

Lejos del prototipo del superhéroe de físico escultural y rasgos agraciados, el personaje es un héroe imperfecto. Nariz enorme, espalda encorvada y la chuequera típica del hombre de a caballo: Pampero es una extensión de su cuerpo. «El hombre perfecto dentro de la imperfección humana», lo definía su creador, Dante Quinterno, resaltando su bondad, uno de los rasgos que más lo definían. ¿Otro? Su fortuna.

El indio tehuelche de intrincado árbol genealógico (descendiente de la dinastía Patoruzek, con raíces egipcio-patagónicas) es dueño de media Patagonia.

En sus primeras décadas de vida, Patoruzú se convirtió en una figura súper popular (en su apogeo, la revista llegó a vender 300 mil ejemplares) y en el gran superhéroe nacional. ¿Si alguna vez salió del país? El no, pero su nombre fue objeto de estudio fuera de la Argentina.

Anote: en 1942, Walt Disney convocó a Dante Quinterno para que lo ayudara en la recreación del ambiente donde corretearía el célebre Bambi, que finalmente se inspiró en el increíble bosque de arrayanes de la isla Victoria, en el lago Nahuel Huapi. El indio creado por Quinterno llegó tan lejos que en 1997 llamó la atención de la revista Américas (de la OEA), que le dedicó un artículo titulado «Un Superman del Cono Sur». Vale decir, el hombre de hierro creado por Marvel llegó una década después que nuestro famoso indio tehuelche.

NOVENTA AÑOS NO ES NADA. Patoruzú nació el 19 de octubre de 1928. Dante Quinterno tenía 18 años cuando decidió incluirlo en las Aventuras de Don Gil Contento, que aparecían en la contratapa del diario Crítica. Una semana antes, Hipólito Yrigoyen había asumido la presidencia de la Nación por segunda vez. Aquel fue el estreno del indio que se convertiría en un ícono de las historietas argentinas, aunque en esta ocasión sería debut y despedida: Patoruzú no volvería a las páginas del diario creado por Natalio Botana. La cosa fue más o menos así: el 18 de octubre de 1928, un recuadro publicitario anunciaba que el indio Curugua Curiguagüigua –tal como lo había bautizado Quinterno– irrumpiría en el popular diario.

Ese día el cacique patagónico arribó en tren a Buenos Aires, la París de Sudamérica. El hit de esos días en los cien barrios porteños –y en los arrabales– era Mi Buenos Aires querido, de un tal Carlos Gardel. Dado el contexto, volvamos a la ficción… «¡Por fin llegaste, Patoruzú!», lo recibió Don Gil Contento –bosquejo inicial de Isidoro Cañones, playboy mayor de Buenos Aires– dejando en claro que Quinterno había tomado el consejo del periodista Mario Sáenz: «Con ese nombre no vas a ningún lado. ¿Quién va a recordar ‘Curugua-Curiguagüigua’? Tenés que usar algo pegadizo, criollo, como la pasta de oruzú…», unas golosinas muy populares entre los chicos de entonces. Y así quedaría bautizado para siempre.

Nunca quedó claro por qué, pero al día siguiente de hacer debutar a Patoruzú, Quinterno abandonó Crítica. Sus trazos reaparecieron rápidamente en La Razón. Su nueva criatura se llamó Julián de Monte Pío (segundo nombre de Isidoro; el primero había sido Manolo Quaranta), pero no había ni rastro del indio. Lo estaba madurando… Había viajado a los Estados Unidos para perfeccionarse en los estudios Disney y buscaba un personaje que trascendiera las generaciones, al mejor estilo del ratón Mickey. Sin dudas, ése sería Patoruzú.

El cacique reaparece en diciembre de 1928 y ahí es cuando el tehuelche empieza a correr con la fuerza de un malón. Paradoja del destino, Patoruzú –símbolo de la nobleza y el compañerismo– le arrebata el protagonismo de la tira a un vividor como Isidoro (hasta ahí Julián de Monte Pío) y la historieta comienza a llevar su nombre. Y en ese momento comienza a acariciar el éxito junto a su creador. En 1935 Quinterno –que ya tiene 26 años– migra otra vez de matutino. Ahora se va al diario El Mundo y su indio lo sigue al galope, al grito de «¡ahijuna!», «¡sotreta!» y «¡canejo!».

En su viaje a Norteamérica, el historietista cambió la cabeza de bohemio por la de empresario. Y en contra de la lógica que reinaba en la época, sus historietas y personajes lo seguían cada vez que cambiaba de trabajo. Claramente, se había asegurado los derechos de Patoruzú e Isidoro. Sus personajes pronto adquirirían casa propia en forma de revista.

Ya en El Mundo, las andanzas del cacique serán espalda a espalda con su padrino Isidoro Cañones. Son el yin y el yang: uno ama la naturaleza, el otro la noche y la ciudad. Patoruzú representa la nobleza, un altruista capaz de darlo todo. Isidoro, en cambio, tiene todos los vicios de la «viveza criolla»: mujeriego, ludópata, vividor, un vago cuyo único objetivo es conseguir plata fácil. Ese contraste será el disparador de cientos de aventuras, también la base del suceso.

UN CACIQUE MISTERIOSO. En aquellas décadas del ’30 y el ’40, cuando Internet y las redes sociales sólo podían imaginarse en las bibliotecas infinitas soñadas por Borges, se vivía el auge del papel: Patoruzú llegó a vender trescientos mil ejemplares por semana.

En 1936 ya era la revista de mayor tirada de la Argentina. Quinterno dio el paso para crear su imperio fundando Universo, su propia editorial, con sede en Avenida de Mayo al 1400. Llegó a emplear a 300 personas (entre las que ganó fama de jefe exigente, aunque siempre era el que apagaba la luz) y un batallón de guionistas.

¿Qué decía el hombre detrás del éxito? Nada. Quinterno falleció en el año 2003 a los 94 años, pero su última entrevista la concedió en 1931 a la revista Aconcagua. Hasta Patoruzú le dio una nota a la revista Somos en junio del ’77. «¿Cuál es la mejor manera de construir un país?», le preguntaban. «Tirando tuitos del mismo carro y pal mismo lao», respondía el tehuelche, mientras el creador se negaba a hablar. ¿Para qué hacerlo, si desde hace 90 años su indio sigue hablando por él? Y continúa sin perder vigencia.

 

Fuente: Info Bae

 

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Murió la actriz María Socas (65) tras una larga enfermedad

La artista transitaba una dura enfermedad. La noticia la confirmó su círculo cercano a Teleshow

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Foto: Murió la actriz María Socas (65) tras una larga enfermedad

María Socas, reconocida actriz argentina de teatro y televisión, falleció este martes a los 65 años en el Instituto Fleming, de la ciudad de Buenos Aires, tras luchar contra una larga enfermedad. Según confirmó uno de sus grandes amigos, Gerard Confalonieri, María se encontraba hospitalizada desde hace diez días en dicho nosocomio. Nacida el 12 de agosto de 1959 en Buenos Aires, dejó un legado artístico y personal marcado por la sencillez, la conexión con la naturaleza y su dedicación al mundo de la actuación. Y sobre todo, deja el amor incondicional de su compañero, Rubén Brenner, con quien tuvo a sus dos hijos, Sasha y Wanda.

“Tuve una infancia de mucha naturaleza”, recordaba Socas al hablar de sus primeros años, en los que pasaba temporadas en Entre Ríos debido a los viajes frecuentes de su padre. Criada en un entorno que poco tenía que ver con las grandes ciudades, se entretenía con lo simple: “Jugaba con las plumas de los pájaros, con las hojas. Me contaron que cuando era bebé, mi cochecito siempre estaba debajo de un árbol”. Esta sensibilidad por los espacios naturales la acompañó toda la vida, encontrando calma en lugares abiertos cuando enfrentaba dificultades personales.

A lo largo de su carrera, María Socas brilló en diversos roles, tanto en el teatro como en la pantalla chica. En 2014, protagonizó El secreto de la vida, una obra dirigida por José María Muscari, donde interpretó a una mujer que espera un hijo junto al personaje de Brenda Gandini, gracias a una inseminación artificial. Esta experiencia fue un desafío para Socas, especialmente por una escena en la que debía besar a su colega. “Besar a una mujer es igual que besar a un hombre”, comentó en su momento, y agregó que el mayor reto era lograr la verosimilitud de la escena para el público.

La obra, además de ser un éxito, tuvo un impacto personal en su vida familiar. María consultó con sus hijos adolescentes, Sasha y Wanda, que en ese entonces tenían 19 y 17 años respectivamente, quienes la apoyaron incondicionalmente: “¡Ay, má. No seas antigua, parecés arcaica!”, le respondieron con humor. Sus hijos, lejos de generar prejuicios, celebraron su trabajo y disfrutaron del resultado final.

En 2018, Socas volvió a destacarse en el escenario con la obra Brujas, un clásico del teatro argentino que regresó con un elenco renovado. Junto a figuras como Inés Estévez, Andrea Bonelli, Viviana Saccone y Romina Ricci, la actriz demostró su vigencia y versatilidad en un proyecto que atrajo a multitudes en Villa Carlos Paz.

En televisión, participó de grandes éxitos como Atreverse, el unitario que se emitió entre 1990 y 1991, por Telefe, que consolidó aún más su carrera, Tiempo Final, Amor en custodia, Mujeres Asesinas, Amas de casa desesperadas, Mujeres de nadie, Santos y Pecadores, La Celebración, El maestro, entre otras. En cine, No habrá más penas ni olvido, Los chicos de la guerra, Kamchatka, El espejo de los otros, La sangre roja, entre muchas otras. También se destacó en teatro, con piezas como Nuestro fin de semana, Gorda, Por amor a Lou, Brujas, Platonov.
María Socas no solo será recordada por su talento en las tablas y en la pantalla, sino también por su rol como madre y su forma de ver la vida. Cercana a sus hijos y a su entorno, encontraba en las pequeñas cosas de la naturaleza un refugio ante las adversidades. “Si estoy medio rara o mal, vengo a la plaza de aquí enfrente y miro el cielo, salgo de la cosa chiquita del problema y recupero la calma”, confesaba en una entrevista.

En su cuenta de Instagram cuenta con muchas fotos de su lugar en el mundo: Miramar. Junto a sus hijos y su pareja, la actriz ha pasado innumerables momentos al lado del mar. En una de las últimas fotos que compartió Brenner, se los puede ver abrazados en la playa, disfrutando de su muta compañía.

La muerte de María Socas deja un vacío en el ámbito artístico argentino, pero su legado, lleno de talento y sencillez, vivirá en cada una de las historias que interpretó y en los recuerdos de quienes la admiraron, tanto en el escenario como en la vida cotidiana.

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Tenía 72 años: Murió Lía Crucet, referente de la música tropical

La noticia fue confirmada por su hija Karina, quien detalló que su madre padecía un cáncer bronco pulmonar.

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Foto: Murió Lía Crucet, referente de la música tropical

A los 72 años, murió Lía Crucet, referente de la música tropical. La cantante, que estaba alojada en una clínica psiquiátrica, había sido trasladada a un hospital ubicado en la ciudad de Mar del Plata, donde finalmente transcurrieron sus últimas horas. El mundo del espectáculo quedó conmocionado.

Minutos después de trascendida la noticia, Karina compartió un posteo en sus redes sociales, con el último adiós a su madre. “Te amo para siempre”, escribió la mujer junto a una foto donde se la puede ver sentada y abrazada a Crucet. La publicación recibió cientos de mensajes de cariño.

Vida y obra de la reina de la Bailanta

Lía Crucet fue cantante, actriz y vedette. Nació en Gerli, provincia de Buenos Aires, el 8 de agosto de 1952 bajo su nombre real, Delia Crucet. Los inicios de su carrera artística transcurrieron en la televisión y el teatro, donde deslumbró como vedette junto a renombradas figuras como Nito Artaza, Moria Casán, Tristán, Patricia Dal, Jorge Porcel, Jorge Corona, José Marrone y Alberto Olmedo, entre otros.

En los años ochenta, su presencia abarcó el cine picaresco de la época y ganó notoriedad en varios programas que condujo Moria Casán. También, en esta década, despuntó su carrera musical y firmó con el sello discográfico Leader Music, que impulsó su paso por los géneros ritmo tropical y cumbia.

Es así como la Reina de la Bailanta lanzó su primer disco Yo no soy abusadora. La buena aceptación entre los distintos públicos, llevó a la producción de su segundo álbum La Movidita, que la posicionó como una de las grandes exponentes de la movida tropical, gracias a sus recordados sencillos “La Güera Salomé” y “Qué bello”.

En su paso por la televisión fue muy recordada por sus apariciones icónicas en formatos como Pasión de Sábado, Videomatch, Peor es Nada, y los ya tradicionales programas Almorzando con Mirtha Legrand y el de Susana Giménez.

Lía siempre tuvo una actitud feminista e inspiradora: cuando su cuerpo dejó de ser esbelto y ganó kilos no pensó nunca en modificar su vestuario. Siguió teniendo el ombligo al aire y usando las mismas prendas elastizadas que marcaban su figura.

En 2012, Lía fue diagnosticada con cáncer de útero, por lo que debió someterse a una intervención quirúrgica para evitar su avance. En 2021 su salud se complicó por neumonía y un accidente doméstico que comprometió su cadera.

A principio del 2022, nuevamente debió acceder a una nueva operación, producto de sus afecciones anteriores. Aunque logró recuperarse y se pronosticaba un cuadro más favorable hacia el futuro, en estos últimos meses su salud desmejoró considerablemente, en medio de su lucha por el cáncer que la aquejaba y las secuelas de sus enfermedades preexistentes.

Con más de 30 años de carrera, una vez le preguntaron a Lía por qué elegía la música por sobre todas las cosas. “Por el amor de la gente”, respondió la reina de la bailanta.

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Luto en el espectáculo: Murió Roberto Giordano, el famoso peluquero de las celebridades

Tenía 75 años y estaba internado por una cirugía en el sanatorio Mater Dei. Hace tiempo sufría problemas cardíacos.

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Foto: Redes sociales

Roberto Giordano, reconocido peluquero de numerosas celebridades, murió este viernes a los 75 años. Su deceso se produjo en el sanatorio Mater Dei, donde permanecía internado en el marco de una cirugía.

Giordano enfrentaba problemas de salud desde hace tiempo, lo que complicó su estado general. Su legado en el mundo de la peluquería y la moda es indiscutible, habiendo trabajado con diversas figuras del espectáculo y con paso por numerosos programas televisivos.

Conocido por su estilo único y su carisma, Giordano se convirtió en un referente en el ámbito de la belleza. Su trabajo no solo lo llevó a ser el peluquero preferido de muchas celebridades, sino que también le permitió establecer una marca reconocida.

El estilista tenía tres bypass tal como relató contado en mayo de este año.

Las primeras versiones apuntan a un paro cardíaco durante la cirugía.

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