Gremial
Sergio Aladio eleva el debate nacional sobre la seguridad vial
El secretario general del Sindicato de Camioneros de Santa Fe, participó del XVI Congreso Internacional de Prevención de Riesgos del Trabajo, Responsabilidad Social y Salud.
Este martes, el secretario general del Sindicato de Camioneros de Santa Fe, Sergio Aladio, participó del XVI Congreso Internacional de Prevención de Riesgos del Trabajo, Responsabilidad Social y Salud. Allí, el dirigente hizo énfasis en la urgencia por dejar atrás los enfoques parciales sobre la siniestralidad en el país. Este aporte contribuye a forjar una perspectiva transformadora frente a una problemática que golpea a cada región de la Argentina.
En un auditorio colmado de más de 500 profesionales, empresarios, académicos y dirigentes sindicales, Sergio Aladio llevó la voz del sindicalismo santafesino a la Universidad Católica Argentina (UCA). En el marco del XVI Congreso Internacional de Prevención de Riesgos del Trabajo, Responsabilidad Social y Salud, el dirigente remarcó la urgencia de encarar el drama de la siniestralidad vial como un problema estructural que demanda una política integral de Estado.
“En Argentina, en 2023 murieron 4.369 personas en accidentes de tránsito. Esa cifra equivale a la cantidad de soldados estadounidenses muertos en ocho años de guerra en Irak. Cada año vivimos en silencio una guerra en nuestras rutas”, remarcó Aladio, subrayando la dimensión social del fenómeno.
El líder sindical advirtió que la combinación de un parque automotor envejecido (con más de 15 años de antigüedad promedio) y una red vial diseñada en la década del setenta, explica buena parte del drama cotidiano. Al mismo tiempo, mostró la experiencia internacional de Estados Unidos, donde la Bitácora Digital redujo de manera drástica los accidentes y produjo ahorros multimillonarios. “En nuestro país necesitamos mucho más que controles digitales. No podemos pedirle a un chofer que sea héroe todos los días”, subrayó.
Sindicalismo y prevención
Otro de los ejes de su exposición fue el rol del sindicalismo en la prevención. Según Aladio, la formalidad y el respaldo sindical se traducen en mejores condiciones de seguridad vial. “Un trabajador sindicalizado no sólo defiende su salario. Tiene capacitación, estabilidad y cultura de seguridad. En Santa Fe, comprobamos que sólo el 3,2% de los casos positivos de alcoholemia correspondían a choferes sindicalizados. Con formalidad y respaldo, el trabajador es más seguro para todos”.
Desde esta mirada, el sindicalismo aparece como un actor clave en la construcción de ciudadanía vial, no limitado a la negociación paritaria sino también a la promoción de la seguridad colectiva. Como advierte Zygmunt Bauman en “Tiempos líquidos” (2007), la sociedad contemporánea enfrenta riesgos globales que ya no pueden resolverse de manera individual, sino a través de instituciones sólidas que brinden protección compartida.
En este punto, la visión de Aladio también se enlaza con lo que Ulrich Beck planteó en “La sociedad del riesgo” (1986): los peligros modernos, producidos socialmente, sólo pueden enfrentarse desde instituciones fuertes y desde una acción planificada que vaya más allá del individuo.
Un sindicalismo que se moderniza
En este contexto, Aladio se mostró como un dirigente dispuesto a pensar en un sindicalismo de nuevo tipo, abierto a la articulación con universidades, ministerios y empresarios. “Creemos en un sindicalismo moderno, capaz de dialogar con universidades, ministerios y empresarios responsables. Un sindicalismo que no pierde su esencia, sino que la potencia para salvar vidas y construir futuro”, afirmó.
Esta visión coincide con lo que Richard Sennett plantea en “Juntos: rituales, placeres y políticas de cooperación” (2012), donde sostiene que la fortaleza de una sociedad radica en la capacidad de sus instituciones para fomentar la cooperación sostenida entre actores diversos. Frente a un escenario en el que prima la competencia y la fragmentación, el sindicalismo que describe Aladio se proyecta como un espacio de mediación que busca recomponer la confianza social a través del trabajo mancomunado. La cooperación, lejos de ser una mera estrategia, se convierte así en una condición para salvar vidas y construir un horizonte compartido.
Fuente: Rosario 3