Un policía de 43 años, cuyas iniciales son JMB, fue imputado como autor de un ilícito contra la integridad sexual cometido en perjuicio de una cadete en las instalaciones del Instituto de Seguridad Pública (ISEP) de la provincia, en Recreo.

La atribución delictiva fue realizada por el fiscal Matías Broggi ante el juez Pablo Ruiz Staiger, en una audiencia que se llevó adelante esta tarde en los tribunales de la ciudad de Santa Fe.

Subalterna

Broggi indicó que el hecho delictivo investigado fue cometido el jueves pasado a la siesta en el área de cocina del ISEP, donde el imputado cumplía funciones y la víctima había sido asignada en el marco de su formación para ingresar a la fuerza policial.

El uniformado le pidió a la cadete que lo ayudara a concretar una tarea laboral y, de forma sorpresiva, abusó de ella, dijo el fiscal, y agregó que “se aprovechó de la situación de vulnerabilidad en la que estaba su subalterna. Luego la instó a que se fuera del lugar y no hablara con nadie sobre lo sucedido”.

“Sin embargo, la víctima pudo contar esa misma tarde lo que había ocurrido y radicó la denuncia que dio origen a la investigación”, planteó el funcionario del MPA. “Por su parte, el agresor fue detenido al día siguiente en el marco de un operativo policial que tuvo lugar en su domicilio”, manifestó.

Calificación penal

El imputado es investigado como autor de abuso sexual simple agravado (por haber sido cometido por personal policial en funciones).

Medidas cautelares

Las condiciones en las que el policía de iniciales JMB transitará el proceso judicial se debatirán en los próximos días. En tal sentido, Broggi explicó que “con el fin de contar con los resultados de diferentes diligencias investigativas que están en marcha, solicitamos la prórroga de la audiencia de medidas cautelares hasta el próximo sábado y el juez hizo lugar al requerimiento”.

En tanto, adelantó que “desde el MPA, pediremos que el policía imputado quede en prisión preventiva”.

Fuente: LT10

Carla evaluó seriamente la posibilidad de faltar el último fin de semana al restaurante en el que trabaja en Funes, localidad ubicada al oeste del Gran Rosario, provincia de Santa Fe.

Sin embargo, el destino quiso que estuviera en ese local gastronómico en el preciso momento en el que un cliente de 93 años se atragantó mientras comía. Es que la joven le practicó la maniobra de Heimlich y consiguió salvarle la vida.

El episodio sucedió el domingo al mediodía en el restaurante La Masía, ubicado en Fuerza Aérea y Suipacha, donde la desesperación comenzó a crecer cuando la familia de aquel hombre notó que no lograba respirar.

“Yo estaba atendiendo otra mesa, cuando escuché que una persona a la que estaba atendiendo de adentro pidió desesperadamente una ambulancia. Entonces le pregunté al encargado qué había pasado y escuché que me dijo algo de RCP. Como yo sabía hacerlo corrí hacia donde estaba el señor”, relató la joven heroína.

Y agregó: “Salí corriendo para donde estaba el señor, que ya no estaba consciente. Le pregunté al hijo que si quería que lo ayude, me dijo que sí, y le pedí por favor que me sostenga al señor porque al ser yo de contextura más chiquita, no podía tenerlo”.

“Le hicimos la maniobra un par de veces y el señor recuperó la consciencia rápido. Después lo sentamos y le dimos un poco de agua”, añadió la joven, quien comentó que aprendió a realizar la maniobra de Heimlich en un curso de reanimación cardiopulmonar (RCP) en el colegio secundario.

Carla recordó que fueron instantes en los que estuvo “súper tranquila, como si no hubiese pasado nada” y que luego siguió haciendo su trabajo. “Como todos, uno dice la sé pero no creo usarla. Y al final la usamos”, remató.

Minutos más tarde arribó al restaurante una ambulancia. “Me felicitaron porque me dijeron que si no hubiese sido (realizado la maniobra) en esos minutitos, capaz no hubiéramos podido ayudarlo”, expresó.

“El señor se fue como si no hubiera pasado nada, se ve que era muy fuerte. Tanto él, como el hijo y los nietos me agradecieron. Vienen bastante seguido”, afirmó Carla, quien comentó que luego de pasar por ese momento de tensión se rió junto a sus compañeros por haber atravesado “un momento de shock”.

Fuente: Clarín

Encontraron el cuerpo sin vida de una mujer de 59 años este lunes por la tarde, en una vivienda de barrio Parque, Recreo. El hallazgo fue informado por su nuera, quien, al no obtener respuesta de la víctima, pidió ayuda a su hijo, residente en un departamento vecino. Al no poder ingresar a la casa, rompieron una ventana para acceder y encontraron a la mujer tendida junto a una escalera.

El personal médico que llegó al lugar constató su fallecimiento, y se notificó al fiscal de Homicidios, Dr. Olcese, y a la Brigada de Femicidios, quienes iniciaron la investigación. Peritos de Criminalística y Forense detectaron varias lesiones en el cuerpo, como escoriaciones, una contusión en la zona sacroilíaca y una herida en el cráneo que podría indicar una fractura.

Aunque en principio se maneja la hipótesis de una muerte accidental, debido a la ausencia de signos de robo o violencia en la casa, el fiscal ordenó una autopsia para confirmar las causas del deceso. La investigación continúa a la espera de los resultados de los peritajes.

Fuente: Sin Mordaza