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Estafas en la región y a una sunchalense

Varios fueron los engaños durante los últimos días, que permitieron recaudar cifras millonarias a los delincuentes. Una joven de la ciudad, también cayó en las redes

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Foto ilustrativa de Internet

Se conoció de varios hechos delictivos bajo la modalidad de estafas virtuales que ocurrieron no solo en Sunchales, sino en distintos puntos de la región, en lo que se convirtió en uno de los delitos más frecuentes de los últimos años y que no tiene una respuesta aparente por parte de las autoridades.

Sin embargo, así como los delincuentes inventan siempre una nueva excusa para lograr su cometido, también una parte de la prevención recae en los propios vecinos, que dan por veraz cada uno de los discursos que los malechores inventan. Por eso, es importante estar atentos a estas maniobras.

En Humberto Primo, por ejemplo, unos falsos prestamistas que se anunciaban a través de las redes sociales, convencieron a un hombre que, para poder solicitar un préstamo, primero tenía que entregar sus datos bancarios y realizar varias trasferencias a una cuenta para que luego pudieran reembonsarselo junto con el monto solicitado a préstamo. No solo no le devolvieron el dinero, sino que también le vaciaron su cuenta.

Asimismo, una mujer de Angélica recibió en su casa al amigo de su nieto. O al menos eso le hizo creer a través de una llamada telefónica. Convencida del relato del joven, le entregó sin dudar todos su ahorros.

En otra estafa, una joven sunchalense compró a un precio extremadamente bajo, un celular de alta gama, cuyo precio de mercado oscila entre los 200 y 300 mil pesos. Como era de esperarse, una vez que recibió el aparato, este no funcionaba. Y de la persona que se lo vendió, no se supo más nada.

En Rafaela por su parte, varias personas cayeron en el engaño del turno de la vacunación contra el Covid-19. La mecánica de la estafa es siempre la misma: Una persona se comunica telefónicamente presentándose como trabajador del Ministerio de Salud. Luego convence a la victima de facilitarle un código de verificación que llega por mensaje para “reservar” el turno. Sin embargo se código no es otra cosa que la verificación de WhatsApp para el cambio de número, lo que le permite a los estafadores apoderarse de la cuenta de mensajería y usarla para suplantar la identidad de la víctima.

Fuente: Rafaela Noticias

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