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Los acompañantes terapéuticos exigen un marco legal en su trabajo

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Los acompañantes terapéuticos (AT) de la provincia abren el debate en busca de lograr un marco legal que regule su trabajo.

«La creación de una normativa implica un gran beneficio para los usuarios de los diferentes sistemas de salud como para sus familiares, ya que actualmente no existen derechos ni obligaciones tanto por parte de los profesionales como de las obras sociales, las entidades educativas y terapéuticas, los afiliados y los organismos estatales», remarcó Mariel Roberts, integrante del colectivo de acompañantes autoconvocados de la provincia, quienes convocan a todos los colegas para el próximo 28 de julio, a las 10, en Igualdad Argentina (Santiago 1550), a una jornada de debate sobre el proyecto de ley presentado en la Legislatura provincial.

Además de «establecer parámetros uniformes para toda la provincia», los acompañantes destacaron que «el acompañamiento terapéutico es una práctica reconocida de hecho y un recurso fundamental para la creación y el sostén de un sinnúmero de programas, esquemas de atención y leyes para asistir a personas ante ciertos padecimientos», pese a eso no cuentan actualmente con garantías ni obligaciones como trabajadores de la salud.

Ante eso, impulsan el debate en la Cámara de Diputados santafesina de un marco normativo que «legitime» su rol a través de un proyecto que fue presentado por legisladora Silvia Augsburger, y que deberá discutirse en las comisiones de Promoción Comunitaria, Salud y Asistencia Social; Presupuesto y Hacienda; y Constitucionales.

A la afectación directa sobre el trabajo que desarrollan, el vacío legal también tiene consecuencias en la formación de los profesionales. «La inexistencia de un marco legal específico representa también, al no tener reconocida la actividad laboral por norma, que el Ministerio de Educación no pueda delinear una currícula única para esta práctica —agregaron—; llegando hoy la capacitación a un sinnúmero de ofertas sumamente heterogéneas en su duración, perfiles académicos e incumbencias lo que podría poner en riesgo la calidad de la atención, en detrimento de familias y acompañados».

 

Fuente: La Capital de Rosario

 

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