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Se viene la tormenta de Santa Rosa, al menos según las hormigas
Jorge Finardi nació en San Pedro y estudió en Rosario. Hace 15 años que pronostica el tiempo de manera no científica con un hormiguero a mano. En las redes celebran sus aciertos
«Siguen activas. Se podría inferir tormentas llegando o en el próximo finde». El tweet es de quien se presenta como biólogo, licenciado en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y le «gusta pronosticar el tiempo con hormigas de manera no científica», Jorge Finardi. El hombre que en la redes se conoce como @Georgeclimapron habló con La Capital, a quien le contó que hace 15 años pronostica el tiempo con las hormigas podadoras (o cortadoras de hojas) que caminan libremente por su casa. Y anticipó que, con algo de retraso, se viene la tormenta de Santa Rosa, pero remarcó que «el mal tiempo empezará el viernes y no será parejo todo el fin de semana».
«Se las ve en un comportamiento dispar, heterogéneo: hacen una cosa, la dejan y hacen otra. En una escala de uno a 10 la conducta es de 7.50 u 8, eso significa que viene tormenta pero la mejora temporaria tardará, con algunas interrupciones. Pero además aparecieron libélulas que son indicadoras de viento y lluvia». Creer o reventar.
De todos modos, hay algunas coincidencias entre el Servicio Meteorológico Nacional y las palabras de este hombre de 56 años nacido en San Pedro, profesor de Biología y comunicador. La página oficial pronostica que se nubla a partir de este miércoles por la noche y que con intermitencia las nubes se mantendrán el jueves. Y que el viernes, sábado y domingo habrá tormentas aisladas y hasta chaparrones.
Como si eso fuera poco, el almanaque indica que el 30 de agosto es el Día de Santa Rosa para los católicos, fecha que coincide siempre con una fuerte tormenta que lleva su nombre y que tiene una precisión casi igual a la de la Feria de Colectividades vernácula: cada vez que se está por inaugurar o se inaugura, llueve.
Cómo es la investigación de George
El número de hormigas en un mismo espacio, el tipo y cantidad de carga que llevan y dónde hacen el hormiguero son para Finardi variables de observación. «Cuando llevan palitos es porque fortalecen el hormiguero porque se viene lluvia y frío. Si llevan tierra es porque la lluvia será fuerte. Si llevan cereal hará frío y, como el cereal fermenta, les dará calor y crecen los hongos de los que se alimentan», explica.
Para Finandi, el comportamiento ante el calor es muy distinto para estas bichitas casi ciegas, con buen olfato, que viven bien en comunidad, se ayudan entre sí y que han sobrevivido a los dinosaurios. «Hacen chimeneas o agujeritos en sus túneles de varios metros de profundidad», remarca.
- ¿Algún otro insecto o animal le da pistas de cómo se comportará el tiempo?
-Las arañas cuando están muy activas pueden pronosticar tormenta eléctrica y las libélulas o alguaciles, como vemos hoy, viento y lluvia. Las cigarras, como se sabe, calor. Los gallos cuando cantan a media noche pueden anunciar neblinas.
- ¿Esto se da de igual modo en un paisaje urbano?
-No suele ser igual, hay muchas interferencias en las ciudades y conviene observar varios hormigueros. El hombre le hace mucho daño al ecosistema, por ejemplo, combatiendo las hormigas. No hay que podar las plantas, hay que dejar que ellas se lleven las hojas. Otra cosa es la hormiga roja que puede ser un riesgo para la salud. Hay que consultar a fumigadores especializados. Y hay que tener ojo con la hormiga carpintera (llegan a medir hasta 9 mm, tienen el tórax y la cabeza de color negro opaco y el abdomen es aterciopelado, pardo amarillento, debido a la presencia de pelos) porque perfora la madera y puede caerse alguna estructura de este material.
Fuente: La Capital