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“¿Y si nos casamos todos juntos?”: son ocho amigos de toda la vida y con su boda revolucionaron un pueblo
Lejos de querer una boda tradicional con menú de pasos y una ceremonia individual, un grupo de amigos de Puán decidió que llevaría ese momento especial a otro nivel. El festejo contó con más de 700 invitados, duró 12 horas y fue pura diversión.
El amor tiene diferentes formas de expresión y así lo demostró un grupo de ocho amigos de Puán, provincia de Buenos Aires, que tuvo una idea increíble para celebrar su unión: casarse todos juntos en una misma fiesta.
El festejo que selló el matrimonio de las cuatro parejas se hizo este domingo al aire libre, tuvo 700 invitados y duró casi 12 horas. “Siempre tuvimos en claro que no nos gustaba lo tradicional porque lo que importa es el amor”, expresó Eliana, una de las novias, a TN. En esta nota, te contamos todos los detalles de cómo fue esa noche mágica.
Diego, Li, Ale, Maga, Martín, Emi, Nico y Eli se conocieron por cuestiones de la vida: algunos fueron a la escuela juntos, otros por ser vecinos y por ser “amigos de”. Además de encontrar el amor, se formó un grupo de amigos que eligió compartir uno de los momentos más importantes de sus vidas: el casamiento.
“En noviembre del 2022, en el cumpleaños de una de las chicas, el novio le propuso casamiento. Y después, en una cena con el grupo, surgió la pregunta de quién se casaría. Una pareja dijo que sí pero el novio dijo que no le gustaría ser el centro de atención, en otra pareja pasaba lo mismo pero con la novia”, contó Eliana sobre el momento en que surgió la idea.
Diego, Li, Ale, Maga, Martín, Emi, Nico y Eli son amigos y se organizaron para casarse todos juntos a su manera.
“¿Y si nos casamos todos juntos y ninguno es el centro de atención?”, dijo uno de ellos a modo de chiste. Y así, entre broma y broma, pronto se convirtió en una realidad.
Al principio, eran siete parejas las postuladas para el gran evento pero, con el tiempo, se fueron bajando de la lista. “No fueron tantos los valientes”, dice Eliana entre risas. De esta manera, los ocho del grupo que quedaron decidieron que llevarían el plan adelante como sea.
Para hacer ese sueño realidad, los amigos se organizaron durante más de un año: contrataron una wedding planner para que los ayude a planificar semejante evento y se distribuyeron las tareas para que ninguno cargue con la presión de hacerlo todo. Además, según la novia, hubo “mucha democracia” ya que todo lo que hacían lo comunicaban en un grupo de WhatsApp y si había que tomar una decisión, se hacía una votación. “Primero se deliberaba en pareja y después se votaba”, explicó.
A su vez, todos tienen hijos por lo cual, durante la organización, se las tuvieron que arreglar para poder llevar a cabo sus deberes en tiempo y forma: “Íbamos a buscar los vestidos con nuestros hijos y cuando teníamos que hacer las pruebas éramos las cuatro novias con las nenas. Fue hermoso vernos vestidas de blanco por primera vez. Fue único pero gracioso y bizarro porque era raro vernos a las cuatro de blanco a la vez. Muy divertido”.
Un pueblo colapsado, las expectativas por las nubes y una noche mágica
El casamiento de las cuatro parejas se llevó a cabo en un predio de Puán, un pueblo con 16.000 habitantes en el suroeste de la provincia de Buenos Aires. La invitación llegaba a más de 700 personas y se esperaba que sea el evento del año.
“Los peluqueros y los maquilladores estaban colapsados, los hoteles también. Incluso, la gente llegó a hospedarse en la zona porque por acá ya estaba todo agotado”, contó Eliana.
Dos semanas antes de la fiesta, las expectativas comenzaron a ser cada vez más grandes ya que los amigos se hicieron una cuenta de Instagram en la que iban anunciando detalles de lo que sería la noche mágica. En las publicaciones, llegaron a hacer un tutorial de la coreografía que iban a presentar ese día y dieron tips de cómo podían ir vestidos los invitados.
A las 18:30 horas del domingo 11 de febrero, por fin había llegado el momento más anhelado por el grupo. Ya con los familiares y amigos reunidos, no faltaba más nada que pronunciar las palabras que los uniría simbólicamente para siempre.
Según Eliana, en el grupo de los amigos había uno que no tenía una relación, así que lo eligieron como padrino para que oficiara la ceremonia. Cada pareja tuvo su momento de pronunciar los votos y fue libre. “Te aseguro que lloraron todos”, reveló.
Después de la entrega de anillos, los invitados pasaron al lugar en donde iniciaría la fiesta. Y así cómo surgió la idea principal, el evento tampoco se desarrolló de manera convencional, ya que los amigos decidieron que lo iban a hacer a su manera: comida disponible todo el tiempo, música sin parar y pura diversión. “Había muy linda energía y se sentía la felicidad en el aire”, contó Eugenia, una de las invitadas, en diálogo con TN.
A pesar de que durante la jornada llovió, no fue impedimento para que la fiesta siga y se convierta en una noche memorable. “Fue muy movilizante, ya de por sí lo es en cualquier casamiento, ahora imaginate por cuatro. Ver ahí a las familias, los amigos y los nenes corriendo fue muy lindo”, agregó Eugenia.
Finalmente, Eliana reflexionó sobre la importancia de pensar en el por qué de cada situación y que dicha virtud los llevó a tener una celebración más genuina y emocional. “Quedó en claro que lo importante es el amor en todas sus formas, con nuestras parejas, los amigos y la familia”, cerró.
Fuente: TN