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Cómo son por dentro los hoteles que cuestan $1.200 la noche
Fueron furor durante la presidencia de Perón y luego pasaron al olvido. Cuatro de los 9 hoteles lucen totalmente renovados y recibirán este verano nuevamente a turistas de todo el país.
Todo aquel que haya pasado por la época de gloria del Complejo Turístico de Chapadmalal, ubicado a 15 minutos al sur de Mar del Plata, sobre ruta 11, seguramente tendrá recuerdos memorables. Es que miles de familias argentinas vacacionaron en estos hoteles durante el comienzo de lo que fue el turismo masivo para las clases menos pudientes.
Tras muchos años de abandono, se reinstaló la esperanza de volver a recibir a turistas de todo el país con un plan de modernización y puesta en valor, por parte del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación. La inversión “histórica” fue de más de 1.000 millones de pesos. Por primera vez desde su construcción, se realizaron tareas de mejoras durante la pandemia, para optimizar la accesibilidad, los sanitarios, los ascensores y techos, y las instalaciones en términos generales.
Transitar en la actualidad por el Complejo Turístico de Chapadmalal, un predio de 75 hectáreas a metros de la playa, significa ver movimiento constante. Operarios que entran y salen, trabajadores terminando de pintar, otros cortando el césped, empleadas en el interior de uno de los hoteles, limpiando los baños que se hicieron a nuevo por completo –algunos diseñados exclusivamente para personas con capacidades diferentes- mientras que otras trabajadoras ponen a punto las habitaciones –la mayoría con vista al mar- y con colchones nuevos.
“Se comenzó con los hoteles de la costa que son los que mejor vista tienen”, aclaró Daniel Simoncini, administrador de la Unidad Turística de Chapadmalal, sobre los hoteles 1, 2, 4 y 5, y destacó con orgullo que se trabajó “la parte de techos, la carpintería, la pintura en general, se cambiaron los cables, hicimos la instalación eléctrica nueva, se puso calefacción, se arreglaron todos los baños y en la planta baja se construyeron sanitarios adaptados. En los hoteles mas grandes se instalaron ascensores”.
“Es una tarea titánica, son hoteles muy grandes. Son cosas que no se ven en nuestro país. Estamos frente al mar y hay una historia muy emocionante que es común a todo el pueblo argentino. Acá nació el turismo social, con la llegada de las primeras personas que pudieron tomarse vacaciones. Para nosotros es un orgullo que -desde el Ministerio de Turismo- hayan puesto la mirada, haciendo las inversiones que hacían falta. Sobre todo siendo un lugar muy significativo para las personas que aún no conocen el mar, con la emoción que eso provoca”, sostuvo Daniel.
“Fue un boom terrible. Apenas se abrió hace unos días la apertura de plazas tuvimos un montón de reservas. Tenemos casi toda la temporada completa. Pero vamos a seguir recibiendo a los turistas durante marzo y abril”, aclaró Daniel sobre el programa para vacacionar en el lugar por tan sólo 1200 pesos.
Para esta temporada el Ministerio de Turismo y Deportes anunció tarifas accesibles priorizando el acceso a sectores vulnerables. La tarifa base por día y por persona es de 1200 pesos. La estadía es de 6 noches e incluye pensión completa: desayuno, almuerzo y cena (no incluye bebidas).
Habrá descuentos del 50% para personas con discapacidades, jubilados, gente con ingresos inferiores a dos salarios mínimos vital y móvil, excombatientes de Malvinas y niños entre dos y nueve años.
Un lugar que cumple sueños
Durante el recorrido por el lugar, Daniel Simoncini, mencionó “una anécdota muy fuerte”. “Hace unos cuantos años, cuando el turismo social era normal, llegó una señora de unos 70 años, con un contingente de jubilados. Estaba muy bien vestida, lo que me llamó la atención. Tenía puesto un tapado muy elegante, estaba sumamente arreglada para estar en la playa. De un momento a otro empieza a caminar directamente hacia el mar, sin parar. Empecé a desesperarme. Pensé lo peor. Le gritaba, y ella seguía caminando, sin detenerse”, cuenta aún conmovido Daniel. “Hasta que llegué donde estaba y le dije que pensara lo que estaba haciendo, que reflexionara, que había otras formas para solucionar lo que le estaba pesando”, recordó.
Sorprendida, la mujer, de punta en blanco, lo miró y le dijo: “No, querido. No voy a hacer nada malo. Esperé este momento toda mi vida. Tengo 70 años y siempre soñé con conocer el mar, así que me puse mi mejor ropa. Porque este es un momento especial”.
En ese momento Daniel se quedó en silencio, contemplando, lo que para él es normal por vivir frente al mar, y para otros, es un sueño. Mucho de eso hay en el Complejo Turístico de Chapadmalal, un lugar que después de muchos años, finalmente se puso su mejores ropas, para recibir a los turistas de todo el país que sueñan, con ver de cerca algo tan maravilloso como el mar.
Fuente: Descubrir.com.