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No se puede creer: Bajaron a sus hijos del auto para tener sexo en un parque
Vecinos denunciaron a una pareja en el Parque Pereyra Iraola. El video fue difundido en redes sociales

Personas que se encontraban en el Parque Pereyra grabaron el momento en que dos nenes intentaban en forma desesperada subir a un auto.
El video fue difundido en redes sociales y denunciaron que una pareja paró con el vehículo en ese lugar, bajó a los menores y tuvieron sexo.
A raíz del hecho, vecinos salieron a reclamar más controles a las autoridades.
Además, se habría iniciado una investigación de oficio para identificar a las personas que tuvieron relaciones en el espacio público y que desatendieron a los nenes.
Fuente: Telefé Noticias
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Pidió carne asada para dos y lo que le cobraron lo dejó sorprendido
Una pareja cenó en el restaurante Don Julio de Buenos Aires y su cuenta final alcanzó un precio elevado. La imagen del ticket se volvió viral.

El restaurante Don Julio, ubicado en Guatemala 4691, Palermo, recibió la visita de una pareja que decidió cenar en uno de los puntos gastronómicos más emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires.
Tras la experiencia, la pareja compartió una imagen del ticket final que superó los 200 mil pesos, lo que generó un intenso debate en las redes sociales sobre los precios, el consumo y la particularidad de la propuesta del restaurante, reconocido tanto por locales como por turistas.
Al analizar el detalle del consumo, se observó que la pareja eligió algunos de los platos y bebidas tradicionales del menú.
El ticket incluyó dos cubiertos por un total de $7.800, es decir, $3.900 por persona. La bebida consistió en agua con gas que costó $6.500 y una botella de Malbec Edad Moder cuyo valor fue de $46.000. Para la entrada, solicitaron un chorizo bombón a $17.300 y una salchicha parrillera por el mismo monto. El plato principal constó de dos bifes de chorizo que sumaron $84.500 en total. Para acompañar, eligieron papas fritas a $12.800 y para cerrar la comida, un helado de chocolate a $9.700. La suma total de la cuenta arrojó $203.600.
La imagen del ticket comenzó a circular en redes sociales y portales especializados después de que la pareja la publicara en su perfil. Al difundirse, causó múltiples reacciones y comentarios entre los usuarios. Algunos discutieron el valor de ciertos platos, mientras que otros subrayaron el hecho de que el costo total superó los 200 mil pesos, una cifra significativa para una cena para dos personas.
El caso despertó interés por los precios de Don Julio, un restaurante que ocupa un lugar privilegiado en Buenos Aires y suele figurar en rankings internacionales de excelencia gastronómica.
Se generó un intenso intercambio sobre si esos valores representan la realidad de la oferta gastronómica de alto nivel porteña o si corresponden más al perfil del local, que tiene amplia demanda y recibe comensales de todo el mundo.
La pregunta sobre cuánto cuesta una experiencia completa en locales de referencia se amplificó tras la viralización de esta foto, que evidenció el costo desglosado por producto y servicio.
Fuente: Cadena 3
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Miserable: playero indignado con la propina que le dejó un cliente tras revisarle todo el auto
Nahuel Sanz trabaja en una estación de servicio de Pergamino y relató una secuencia que se volvió viral.

Nahuel Sanz, un despachador de combustibles de Pergamino, se volvió viral en las últimas horas tras compartir un video donde relató una situación que lo dejó entre perplejo y angustiado.
Lo que disparó su publicación en TikTok fue un hecho protagonizado por un cliente que, tras pedirle que complete el tanque con combustible, aceptó la propuesta de Nahuel para revisarle el agua y aceite, calibrar los neumáticos y repasar los vidrios.
“¿Podemos repasar los vidrios?“, le preguntó el cliente, a lo que Nahuel respondió que sí. ”Repasame todos, las ventanillas también”, agregó. En el video, el playero aclaró: “Lo hice porque no había gente, o no había nadie. Si hay mucha gente no puedo repasarles las ventanillas, porque viene otro y me agarra del cogote”.
“Bueno, termino de repasar las ventanillas, le digo: ‘¿Revisamos agua y aceite?’. ‘Dale, sí, sí, por favor’, dice. Le cobro y me dice: ‘¿Sabés qué te voy a pedir? Si me calibrás las ruedas’. Calibro las ruedas y le digo: ‘Listo, jefe, ahí estamos’. Me dice: ‘Muchas gracias’. Me da la propina. $100?, narró Nahuel.
La indignación del playero se hizo evidente al momento de hablar de la cifra: “No es por la propina. ¿Pero $100? No me des nada. Yo no exijo nada. Lo hago de onda, si puedo hacerlo lo hago y de onda», agregó.
Más allá de la anécdota puntual de los $ 100, Nahuel profundizó en las situaciones que vive día a día: “Siempre se viven estas situaciones así de desprecio, pero no con todo el mundo. Hay gente muy buena. Pero bueno, también hay gente que te lo hace a propósito o por ahí se la agarra con vos porque demorás en atenderlo. Eso se ve continuamente, todos los días”, explicó el joven.
Con nueve años de experiencia en atención al público -tres de ellos como playero-, Nahuel contó que se está “replanteando mucho” seguir en el rubro. “Es muy difícil y está cada vez más difícil. Este video fue a las 6 de la mañana hace dos días. No es por la propina, porque nosotros tenemos un montón de clientes que vienen y nos dejan mucho. Y eso se re agradece, porque cuando cargamos combustible y no tenemos corte fijo, entonces puede pasarse 10 ó 20 pesos. Siempre se pasan los surtidores y eso nos lo descuentan a nosotros a fin de mes”.
“Parece que no, pero son $ 2000 ó $ 3000 pesos por día que se te pasan y a fin de mes son entre $ 60.000 y $ 90.000. Por eso me sentí basureado”, contó Nahuel.
“En general la gente tiene la idea de que el sueldo es muy bueno, porque en su momento fue muy bueno. Pero hoy ya no es así. Sumado a eso está el desgaste físico y mental. En la estación de servicio atendés un montón de gente, es una locura. Son 8 horas que constantemente estás con gente, una atrás de la otra, sin contar lo que es el frío y el calor para este trabajo”, continuó.
“Por otra parte, están los horarios rotativos, que son terribles. A veces salís a las 10 de la noche y volvés a entrar a las 6 de la mañana. Es muy complicado, vivís cansado”, indicó el joven.
Nahuel concluyó en que no lo afectan en absoluto las repercusiones: “Me empezaron a decir de todo. Algunos me daban la razón y otros me criticaron. Pero esto que conté es la realidad de lo que me pasó”.
Fuente: TN
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Los meteorólogos temen que se presente la visita climática menos bienvenida
Podrían repetirse los efectos de 20/21, 21/22 o 22/23, cuando el sector agropecuario padeció olas de calor, sequías prolongadas o heladas fuera de estación.

“La Niña” apresta su regreso, entre septiembre y noviembre, portadora de un descenso en las precipitaciones y mayor probabilidad de sequías, especialmente en la región pampeana, el Litoral y el norte del país, así como un aumento en las lluvias y nevadas en la Patagonia.
Los especialistas del clima y organismos internacionales como el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU) le asignan un 65% de probabilidades.
El enfriamiento observado en las últimas semanas, tanto en la superficie como en la subsuperficie de océano Pacífico, fortalece la hipótesis de que La Niña podría regresar en los meses de verano.
De concretarse, este fenómeno podría instalarse antes de fin de año y extender su influencia durante la campaña agrícola 2025/26.
Sin embargo, los datos actuales muestran que la temperatura del agua en la región clave del Pacífico todavía se encuentra dentro del umbral de neutralidad.
Pronósticos cautelosos
De ahí que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) aún no haya emitido un informe oficial que confirme el retorno de La Niña, ya que por el momento son tendencias incipientes y no concluyentes.
Sí reconoció el enfriamiento progresivo del Pacífico y monitorea de cerca su evolución.
Para Sudamérica, y en particular para Argentina, la corriente de La Niña suele estar asociada a lluvias por debajo de lo normal en las regiones agrícolas del centro y norte del país, además de un aumento en el riesgo de heladas tardías en primavera y una mayor frecuencia de irrupciones de aire polar.
La Niña es un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical, a saber, los vientos, la presión y las precipitaciones.
Por lo general, tiene efectos en el tiempo y el clima contrarios a los de El Niño, que es la fase cálida del fenómeno denominado “El Niño-Oscilación del Sur (ENOS)”.
Condicionantes del clima
Ambas corrientes son importantes condicionantes naturales del sistema climático, pero todos los fenómenos climáticos naturales se producen actualmente en un contexto de cambio climático que es producto de la actividad humana, que está exacerbando las condiciones meteorológicas extremas.
La Niña tiene típicamente un efecto de enfriamiento de las temperaturas globales, el que queda más que compensado por el calor atrapado en nuestra atmósfera por los gases de efecto invernadero.
Se desarrolla cuando los vientos que soplan sobre el Pacífico empujan el agua templada de la superficie hacia el oeste, hacia Indonesia.
En su lugar, las aguas más frías de las profundidades del océano suben a la superficie.
Normalmente, la Niña significa que países como Indonesia y Australia pueden recibir mucha más lluvia de lo habitual, y se produce un monzón más activo en el sureste de Asia.
Son más probables las tormentas en Canadá y el norte de EEUU, lo cual a menudo conduce a condiciones de nieve.
Al mismo tiempo, los estados del sur de Estados Unidos pueden verse afectados por la sequía.
Fuente: Cadena 3