Economía
Datos que alarman: estiman que la inflación de la carne e indumentaria no frenará en 2022
Ambos sectores son clave y muestran un incremento de precios muy superior al IPC general. Se prevé que los fuertes aumentos se mantengan durante los próximos meses.

Sin dudas que los alimentos y la indumentaria son dos de los ítems más sensibles para el termómetro de la inflación en la Argentina. Y el 6% que marcó en abril pasado, y que sumó nada menos que 58% en la comparación interanual, no hicieron más que aumentar la presión sobre ellos por lo que, más allá de lo que se ve hoy, también hace prever un fuerte movimiento para los próximos meses.
Todo esto, con la particularidad de que el Gobierno intervino en ambos mercados con los programas Cortes Cuidados y Acción Moda, que intentan ser un freno a la inflación en ambos sectores.
Dentro del segmento de los alimentos, el de la carne es una suerte de sub-rubro que ya muestra cifras preocupantes, y de cara al futuro tampoco ofrece un panorama demasiado alentador.
Durante los últimos 12 meses los precios de los cortes vacunos pasaron de los $ 975,41 a $1.057,74 por kilo en promedio, y crecieron según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) nada menos que 8,4% en el último mes, 2,4 puntos porcentuales por encima de la inflación general, y 2,5 puntos porcentuales más que el avance de los alimentos (5,9%).
Estos movimientos también mostraron un comportamiento más agresivo en la comparación anual, ya que la carne cerró los últimos 12 meses con un incremento de 67,9%, contra el 58% de la inflación general.
El por qué de esta compleja situación se explica en buena parte por la menor producción de carne -un fenómeno sobre el que trabaja el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, que lanzó el Plan GanAr- lo que termina generando una menor oferta en el mercado argentino.
La iniciativa oficial apunta justamente a sumar kilos fronteras adentro de la Argentina, algo que sin dudas contribuirá a descomprimir los precios en alguna medida, hasta alcanzar las 600.000 toneladas en 2030.
“Lamentablemente tenemos que decir que, en principio en el corto plazo, la situación en cuanto a los precios no variará. La seca que sufrimos en 2021 afectó la cría de este año, y esto afecta el nivel de producción de carne ya que nos deja con menos terneros. Esto, desde ya, tiene un efecto directo sobre los precios y lo seguirá teniendo”, sostuvo a NA Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra).
Este efecto se vio reflejado, por ejemplo, en el comportamiento de los precios en comparación con febrero de 2020, mes previo al inicio de la cuarentena, momento desde el que los precios de los principales cortes cárnicos pegaron un salto muy importante.
Así, la carne picada común creció 193,5%, el cuadril 212,7%, la paleta 221,5%, el asado 222,9% y la nalga 225,5%.
En cuanto al porcentaje de incrementos que se podría ver durante los próximos meses apunta que, aunque es difícil dar precisiones en este sentido, “no debería sorprender que sean similares a los actuales o, al menos, algunos puntos por encima de la inflación general”.
Según el último relevamiento de Ciccra, en los primeros cuatro meses de 2022 se produjeron 958.800 toneladas de carne vacuna, es decir 1,7% menos que un año antes.
Este movimiento de precios también redujo el consumo de carne vacuna en la Argentina. En abril de 2022 se alcanzaron los 47,4 kilos por habitante por año, quedando 2,6% por debajo del nivel de abril de 2021, es decir una caída de 1,2 kilos por habitante por año.
El caso de los textiles es similar ya que también muestra un crecimiento muy superior a la inflación general, y su panorama hacia adelante no es el más optimista.
De acuerdo con el último relevamiento del Indec, este rubro tuvo en abril pasado una inflación interanual nada menos que del 73,4% -casi 18 puntos porcentuales por encima de la general-, una tendencia que en el propio sector admiten que será complicado revertir, y que en lo que va del año ya acumula 29%.
Desde la Fundación Proteger argumentan que las subas que muestran los precios internacionales, con récords en dólares tanto en commodities como en energía, materias primas e insumos textiles, llevaron a que los incrementos de precios se agudizaran.
A esto se le debe sumar las consecuencias del efecto de la suba del tipo de cambio.
En este sentido, la entidad sostiene que “el tipo de cambio se incrementó un 20% en el último año encareciendo aún más la ropa importada y el año pasado, las cantidades importadas totales de productos textiles alcanzaron el máximo de los últimos siete años”.
Todas estas variables, se estima, se mantendrán a lo largo de este año –al menos-, por lo que pensar en que se puede empezar a ver una baja es complicado.
También se hace referencia a la inercia inflacionaria donde juegan factores que profundizan la dinámica como la puja distributiva, tipo de cambio, costos, estructura productiva, presión impositiva y tasa de interés.
Dentro de este escenario también aparecen los efectos que genera y seguirá generando la invasión Rusia a Ucrania, que está elevando la inflación en todo el mundo. Esto se hace notar también sobre los precios en la Argentina, sobre todo a raíz de los incrementos de los insumos que utilizan las empresas textiles, que vienen mostrando alzas de más de 40% en comparación con los valores previos a la pandemia.
Fuente: Noticias Argentinas
Economía
Descuentos y reintegros de hasta $ 40.000 por cargar nafta
Las principales petroleras del país, YPF, Shell, Axion y Puma, lanzaron una serie de promociones que permiten ahorrar hasta un 30%, con reintegros que pueden alcanzar los $40.000.

Durante el mes de junio, las principales petroleras brindarán descuentos y promociones mediante aplicaciones, tarjetas y programas de beneficios, teniendo en cuenta la forma de pago y el comercio elegido.
Promociones tras el nuevo aumento: cómo ahorrar hasta un 30% en nafta y gasoil
Tras el aumento del 1,5% en los precios de los combustibles que se aplicó al comenzar junio, las principales petroleras del país, YPF, Shell, Axion y Puma, lanzaron una serie de promociones que permiten ahorrar hasta un 30%, con reintegros que pueden alcanzar los $40.000.
Estas ofertas están disponibles a través de aplicaciones móviles, tarjetas bancarias y programas de beneficios exclusivos, y varían según la entidad financiera, el tipo de cuenta y el método de pago.
Qué descuentos ofrecen YPF, Shell, Axion y Puma en junio 2025
YPF
App YPF: 10% los lunes y viernes en Infinia (tope $3.000 por semana); 5% todos los días para socios ACA (tope $11.500 mensual).
Bancos: Macro, Santander, Galicia, Ciudad, Nación, Comafi, ICBC, Hipotecario y Ualá ofrecen entre 10% y 30% de reintegro con distintos topes y condiciones.
Shell
App Shell Box: 10% los miércoles en V-Power (tope $3.000 semanales).
Otros beneficios: Tarjeta 365 (10% de lunes a viernes), Banco Nación (25% con MODO), y descuentos adicionales con Galicia, Comafi, Ciudad y Jumbo+.
Axion Energy
App ON Axion: 10% los lunes y viernes en Quantium (hasta $10.000 mensual).
Bancos: Nación, Ciudad, BBVA, Galicia, Comafi, del Sol y tarjeta Mi Carrefour ofrecen beneficios que van del 10% al 20%, según cliente y día.
Puma Energy
App Puma Pris: 10% los miércoles en todas las variantes de nafta y gasoil, hasta 50 litros por día.
Bancos: Galicia y Comafi ofrecen reintegros los lunes y viernes, con topes de hasta $7.000 semanales.
Otras estaciones y apps
Banco Nación: Hasta 20% en Voy y Gulf.
Banco Credicoop, Patagonia y Columbia, entre otros, también ofrecen beneficios en estaciones variadas.
Personal Pay: 20% los lunes (Nivel 4), más 5% adicional en Shell V-Power.
Fuente: Radio Mitre
Economía
Cuáles fueron las 3 claves que explicaron la baja de la inflación
La salida del cepo cambiario no impactó en el dólar y, por lo tanto, tampoco en los precios. Esa estabilidad en el tipo de cambio obligó a retrotraer precios y a modificar las expectativas

El Índice de Precios al Consumidor de mayo, con un aumento del 1,5%, dejó atrás las proyecciones más optimistas, incluso dentro del propio Gobierno, que esperaban un dato algo menor a la barrera del 2%. En ese terreno, el 1,5% sorprendió, aún después del 1,6% que se había registrado en CABA.
¿Cómo se llegó a un número tan bajo si solamente dos meses atrás, en marzo, se había producido un salto del 3,7%? Una de las razones centrales para explicarlo pasa por el nivel estable del dólar y la salida del cepo cambiario.
1 – Dólar sin sobresaltos
La expectativa de un salto en el valor del dólar una vez levantadas las restricciones cambiarias fue muy marcada y llevó a muchos sectores a fijar aumentos de precios preventivos. Y el salto nunca se produjo. Con casi dos meses transcurridos sin cepo para las personas físicas, el dólar casi no registró variaciones. Si bien no se movió hacia la parte inferior de la banda, como aspiraba el Gobierno, se mantuvo estable.
De ese modo, muchos incrementos empezaron a retrotraerse, ya que el consumo se mantiene muy moderado en muchos segmentos, lo que impide tocar los precios. Las empresas se ven impedidas de aumentar sus ganancias por precio y deben hacerlo por cantidad, tratando de vender más.

2 – Consumo sin despegue
Esa merma en el consumo, combinada con el dólar estable, también hizo aumentar algunas categorías por debajo del 1,5% de promedio. Es el caso de rubros como Equipamiento y mantenimiento del hogar (1,4%), Prendas de vestir y calzado (0,9%) o Bebidas alcohólicas (0,6%). Se trata de los sectores más golpeados de la actividad, dado que en general se trata de consumos que pueden demorarse o suprimirse.
El ancla cambiaria se sostuvo y, con ello, se diluyó la expectativa de una suba de precios post-salida del cepo, que muchos analistas venían manejando desde comienzos del año. Al mismo tiempo, ese ancla se combinó con la rígida política monetaria y fiscal que no mostró desvíos tras la incorporación de las bandas cambiarias.
Ese efecto del dólar sobre las decisiones de precios se reflejó particularmente en el caso de los alimentos, la categoría de mayor incidencia en el IPC.
3 – Caída de precios estacionales
Otro factor central para explicar la caída de la inflación pasó por la baja de los precios estacionales, que habían sido el motor de aquel 3,7% de marzo. El IPC de mayo mostró una inusual deflación (-2,7%) en ese terreno.
Los alimentos frescos mostraron deflación, de -1,7% en frutas y de -9,8% en verduras, descontando los fuertes aumentos que habían mostrado en meses anteriores. Un ejemplo llamativo es el de las verduras, que acumularon una baja interanual del -9,6% en el Gran Buenos Aires, según el Indec. En el mismo período, la inflación general subió un 43,8%.

Esa fuerte caída de los precios estacionales dejó al rubro “alimentos y bebidas” con una suba de apenas 0,5% y sirvió para amortiguar con creces otros aumentos registrados en el mes, sobre todo si se considera que los servicios subieron un 2,7%, muy por encima de la inflación general. Las tarifas de gas, agua y electricidad subieron un 1,9%, mientras que otros rubros tuvieron aumentos aún superiores en el mes, tales como los servicios de telefonía e Internet (4,1%), los restaurantes (3%) o la salud (2,7%).
En ese escenario, los riesgos para la inflación de los próximos meses pasan más por el nivel del dólar que por cualquier otro factor. Si bien en las tarifas de los servicios públicos todavía hay subsidios por reducir para eliminar distorsiones, como en el caso del transporte público, la estabilidad del dólar, el ajuste y un consumo masivo sin despegue apuntan a que la contención de la inflación permanecerá en los próximos meses.
Las proyecciones de los analistas convalidan esa tendencia hacia la baja. La inflación de los últimos 12 meses, según el informe conocido hoy, es del 43,5%. Los consultores del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA, esperan un 20,9% para los próximos 12 meses.
Fuente: Infobae
Economía
Una familia tipo necesitó ingresos de al menos $1.110.624 por mes para no ser considerada pobre
La Canasta Básica Total registró un incremento de $561, mientras que la CBA se contrajo $2.010,63 entre abril y mayo.

Una familia de cuatro personas necesitó en mayo un ingreso mensual de $1.110.624 para no caer bajo la línea de la pobreza. Así lo afirmó el Indec en su último estudio de Canasta Básica Total (CBT) y Canasta Básica Alimentaria (CBA).
Cabe recordar que la CBT mide el total de gastos que debe hacer una familia tipo para cubrir el 100% de sus necesidades en el transcurso de un mes, por lo que aquellos hogares con ingresos inferiores a ese monto ($1.110.624) son técnicamente considerados “pobres”. En el transcurso del último mes, la CBT presentó una variación de sólo 0,1%, lo que se tradujo en un aumento de $561 respecto al mes anterior.
Por su parte, la CBA se centra en el costo de los alimentos mínimos necesarios para el mismo grupo familiar. Las viviendas que no llegan a cubrir la canasta alimentaria son consideradas “indigentes”. En este caso, la CBA fue de $500.281 para un hogar de cuatro integrantes, lo que implica una baja del 0,4% en comparación con abril. En pesos, la brecha fue de -$2.010,23.
Cuánto debe gastar cada familia
Los montos de CBA y CBT mencionados hasta el momento son lo que corresponden a una familia conformada por un varón de 35 años, una mujer de 31, un hijo de 6 y una hija de 8 años. Ese grupo denominado “familia tipo” se utiliza para hacer un análisis promedio de los gastos a nivel poblacional. Sin embargo, la realidad es que cada vivienda tiene una conformación diferente y, por lo tanto, sus gastos reales difieren de los que indican las mediciones de canasta básica.
Para dar cuenta de esa situación, el Indec publica mensualmente los valores correspondientes a otros grupos familiares, de menor y mayor tamaño. En este caso, el organismo de estadísticas informó que una familia de tres integrantes, compuesta por una mujer de 35 años, su hijo de 18 y su madre de 61 años, debe gastar mensualmente $398.282 para cubrir el costo de una Canasta Básica Alimentaria y $884.186 para comprar todos los productos y servicios que componen la Canasta Básica Total.
Los valores son por supuesto más altos para familias de más integrantes. En este caso, el Indec publicó los datos correspondientes a un hogar de cinco personas, conformado por un varón y una mujer, ambos de 30 años, y tres hijos de 5, 3 y 1 año. En ese caso, la vivienda debe tener un ingreso de $526.185 para pagar todas sus necesidades alimenticias y debe registrar un ingreso de $1.168.132 para completar el costo de una CBT.
La carrera con los salarios
Como se mencionó, la CBA y la CBT son mediciones que marcan las líneas de pobreza e indigencia. Por eso, la comparación directa con la evolución de los salarios permite tener una idea cercana de cómo están evolucionando los indicadores socioeconómicos. Por ahora, el Indec no ha publicado el índice de salarios de los meses de abril y mayo, por lo que la comparación más cercana que se puede hacer corresponde al primer trimestre de este año.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, los ingresos de los trabajadores asalariados tuvieron un aumento del 10% en los primeros tres meses del año. En ese mismo período, la CBA se encareció un 10,3%, mientras que la Canasta Básica Total tuvo un aumento de 8,4%. Pasando en limpio, los ingresos de los trabajadores le ganaron a la CBT, pero perdieron contra las subas de los productos alimenticios.
De todas formas, es probable que la relación CBA-salarios se revirtiera en los meses siguientes, teniendo en cuenta que los alimentos tuvieron cierta estabilidad en los últimos dos meses (acumulan un alza de 11,3% entre enero y mayo) y al mismo tiempo, muchos sectores comenzaron a cerrar paritarias.
Fuente: Infobae
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